Texas ocupa el segundo lugar nacional de más hogares con inseguridad alimentaria, de acuerdo con un reporte reciente del Departamento de Agricultura. Superado solo por Arkansas en el listado de los cincuenta Estados de la Unión y el Distrito de Columbia, Texas es también uno de los tres Estados que tuvo un incremento significativo en la prevalencia del hambre en 2022, respecto de años anteriores.

De acuerdo con el reporte federal, la prevalencia de la inseguridad alimentaria en los hogares texanos fue de alrededor de 15.5%, superior al promedio nacional de 11.2%. Esto equivale a 1 de cada 6 hogares y a 1.7 millones de familias que no logran satisfacer sus necesidades alimenticias. De ellas, al menos 1’348,600 niños –1 de cada 5 menores– sufren hambre en Texas.

Para Cruselva Peña, gerente de programas de Texas de No Kid Hungry, esta situación afecta más a las personas hispanas y se puede explicar –en parte– por la inflación y el consecuente aumento en los precios de la comida y los servicios públicos, pero también por la terminación de los programas especiales de ayuda que surgieron durante la pandemia. “En 2022, el porcentaje de familias latinas con niños que sufrieron inseguridad alimentaria fue de 24.7%, comparado con el 18.5% de blancas no hispanas. Estamos viendo inequidades y las familias latinas siguen siendo las más afectadas, algo que queremos cambiar”, declaró Peña en entrevista con El Mundo Newspaper.

Peña recuerda que recibir ayuda alimentaria ya no es considerada una carga pública por lo que no hay consecuencias en ningún trámite migratorio. Las familias puede aplicar sin problemas a beneficios como SNAP o WIC, enfocadas en proveer alimentos nutritivos para niños.

Una de sus principales recomendaciones es acercarse a las escuelas, pues algunas ofrecen desayuno y comidas gratuitas o a precios reducidos, así como a los bancos de alimentos. Además, en los planteles escolares hay personal de nutrición que les puede orientar sobre cómo obtener ese u otro apoyo. “Es más importante que nunca que las familias llenen solicitudes en las escuelas. Acérquense a la escuela, ahí les darán la aplicación si su familia no está recibiendo ya las comidas gratuitas o a precios reducidos”, sugiere Peña.

Lisa Davis, vicepresidenta senior de Share Our Strength, creadora de la campaña No Kid Hungry, destacó la importancia del apoyo que brindan los programas nutricionales para las familias con los ingresos más bajos y las mayores necesidades. “Cuando los niños están nutridos, están sanos, son capaces de aprender y tienen más probabilidades de escapar del ciclo de la pobreza. Niños más fuertes e inteligentes significan una Nación más fuerte e inteligente”, declaró en un comunicado.

“En un país tan rico como Estados Unidos, ningún niño debería pasar hambre porque la nutrición es una necesidad básica. Nuestra Nación necesita asegurar que todas las familias tengan acceso a este derecho fundamental para vivir una vida sana. Hay que perder el miedo y utilizar los programas que tenemos como SNAP, WIC, y las comidas escolares. Y pedirle a nuestros representantes que sigan apoyando con fondos estos programas sociales porque las familias lo necesitan”, concluye Peña.

EL DATO

Si necesita comida gratuita para sus hijos menores, comuníquese al 211 o envíe la palabra COMIDA al 304-304, donde se le pedirá el código postal para mandarle información de lugares cercanos.

DEBE SABERLO

Con frecuencia los hogares que viven en la inseguridad alimentaria se ven obligados a comer comida más barata pero menos saludable. En casos extremos omiten alguna comida.