El alcohol es un depresor del sistema nervioso central, es decir, es una droga que hace más lenta la actividad cerebral. Puede cambiar su estado de ánimo, comportamiento y autocontrol. Ingerir alcohol puede causar problemas con la memoria y no permite pensar con claridad. También puede afectar la coordinación y el control físico del individuo.

Estamos a poco de celebrarse varias festividades de fin de año que, desafortunadamente, son celebradas con el consumo de alcohol. El problema no es solo el exceso con el que los adultos lo consumen sino que es una temporada propicia para que también lo hagan los menores de edad.

Los riesgos del consumo de alcohol en menores de edad son muchos, porque los niños y adolescentes no están preparados, ni física ni psicológicamente, para los efectos que ocasiona el licor.

Cuando un menor empieza a beber es mucho más propenso a convertirse en un bebedor crónico o problemático cuando llegue a la adultez. Además, suelen tener más accidentes relacionados al consumo de estas bebidas y casi siempre tienen problemas en la escuela, con los amigos o sus familias.

Según datos del FBI, se cuentan por decenas de miles los jóvenes menores de 18 años que son arrestados en Texas, y muchos de ellos son acusados de cometer DUI. El alcohol es la droga –por adictiva– preferida de los adolescentes que cursan el ‘high school’ en este Estado. La mayoría de los estudiantes admite que bebieron alcohol por primera vez a los 14 años.

Si bien la ley en Texas establece que la edad mínima para comprar y consumir bebidas alcohólicas es desde los 21 años, esto no siempre se cumple. Hay casos en que adultos inescrupulosos compran alcohol para menores de edad. El consumo de alcohol entre niños y adolescentes tiene consecuencias muy graves.

Cuando se encuentra a un menor bebiendo en Texas, éste enfrenta graves consecuencias. Cualquier individuo menor de 21 años que compre alcohol, se intoxique en un lugar público; o intente comprar, consumir o poseer alcohol se enfrenta al arresto inmediato y a cargos por Menor en Posesión (MIP), también conocido como consumo de alcohol por menores de edad. Un MIP es un cargo tipificado como delito menor de Clase C y tiene consecuencias: multas de hasta $500; servicio comunitario de hasta 40 horas; clases obligatorias de concientización sobre el alcohol; y la pérdida del privilegio de conducir durante 30 a 180 días, entre otros.

Muchas veces los jóvenes no tienen sentido del riesgo, por eso es importante que desde la familia se le explique de manera clara los efectos nocivos que tiene el consumo de alcohol a edades tempranas. Además, se debe recalcar que el alcohol puede dejar secuelas para su vida adulta.

La comunicación entre padres e hijos es esencial en la prevención de este problema, pero recuerde: dialogar no es lo mismo que dar un sermón. Hay frases y formas que podrían generar un efecto contrario. Hable con sus hijos desde el amor, el entendimiento, y la comprensión.

EL DATO

Según los CDC, consumir alcohol desde temprana edad puede ocasionar en el mediano plazo: alta presión arterial; enfermedad cardiaca; accidentes cerebrovasculares; enfermedad del hígado y problemas digestivos. También: cáncer de mama, de boca, de garganta, de laringe, esófago, hígado, colon y recto; y problemas de aprendizaje y memoria, como demencia y bajo rendimiento escolar.

DEBE SABERLO

Dependiendo de las circunstancias, un menor de 17 años puede enfrentar multas de hasta $ 2,000, 180 días tras las rejas y la suspensión automática o pérdida de su licencia de conducir.