Muchas personas tienen manchas negras en el cuello, axilas o en la entrepierna. El término médico de esta afección es acantosis nigricans (o pigmentaria), y produce una piel oscura, aterciopelada y gruesa en esas partes del cuerpo.

El cambio de color y textura se da manera lenta y progresiva, y se ha registrado en niños, adolescentes y adultos, sobre todo en personas con obesidad. Si bien se podría confundir con suciedad, las causas del ennegrecimiento son otras.

La acantosis nigricans aparece en zonas flexibles del cuerpo, como el cuello, axilas, codos, así como en la entrepierna y otras áreas. También puede localizarse, en casos extremos, en otras áreas del cuerpo, como las palmas de las manos o de los pies, los labios o la mucosa oral. Afecta tanto a mujeres como a hombres, generalmente en personas menores de 40 años. Las manchas oscuras en diferentes partes de la piel se da de forma progresiva y repercute a nivel emocional en la persona. Es por ello que la población acude a un médico para eliminarlas. La principal causa de su aparición es la elevación de la hormona insulina en la sangre (hiperinsulinemia).

Estas manchas oscuras también están vinculadas con otras afecciones, como sobrepeso, obesidad, diabetes, síndrome de ovario poliquístico, entre otras. También puede ser originada por el consumo de ciertos fármacos.

Generalmente, el médico emplea tres pruebas para detectar la acantosis nigricans si no se conoce la causa real de dicha afección. Es poco frecuente que sea necesario efectuar una biopsia de piel. De acuerdo con los expertos, la principal forma de borrarlas es identificar la causa –obesidad, resistencia a la insulina u otros– y combatir la misma. Por ejemplo, si se trata de sobrepreso, se tendrá que modificar la alimentación, mejorar el estilo de vida, hacer ejercicio regularmente y seguir las indicaciones de un médico.

Los tratamientos dermatológicos pueden ayudar en el proceso de eliminación de las manchas, pero el tratamiento base será mitigar la causa o enfermedad que las origina. Se pueden lograr mejoras con sustancias exfoliantes aplicadas bajo la guía de un médico especialista y en concentraciones determinadas.

Prevenir este mal se puede con una adecuada alimentación, la actividad física regular –al menos 150 minutos de ejercicios a la semana– y dormir no menos de 8 horas diarias, en el caso de adultos.

EL DATO

La acantosis negricans no es contagiosa: se trata principalmente de un indicador de que el paciente tiene riesgo de padecer de diabetes.