Por perseguir su sueño tuvo que dejar temporalmente a su núcleo familiar: con solo 15 años de edad, Ángel Rosas-Berro está por cumplir un año viviendo en Texas con una familia de acogida mientras entrena en la Austin FC Academy, con cuyo equipo recién ganó una copa mundial juvenil.

El estudiante de preparatoria de Harmony School of Excellence metió uno de los goles de la tanda de penales en tiempo extra al Philadelphia Union permitiéndole a su equipo –conformado por jóvenes de 15 años– ganar en abril pasado la 2023 Generation Adidas Cup.

De padre mexicano y madre dominicana, Ángel nació en Delaware, pero al poco tiempo su familia se mudó a Wisconsin, donde sigue viviendo. Apasionado del fútbol por el ejemplo de su papá y de su tío, Ángel fue invitado a unirse a la Austin FC Academy cuando lo vieron jugando con los Bavarians United de Milwaukee en un partido disputado en Round Rock.

Como era difícil que su familia se mudara a Texas, Ángel fue recibido en la familia de uno de sus compañeros de la academia. En conversación con El Mundo Newspaper, Rosas-Berro asegura que dedicará el verano a seguir entrenando para llegar a convertirse en futbolista profesional, tras terminar un año escolar en el que afirma haber obtenido ‘A’ en materias como Álgebra.

“Quiero llegar a ser profesional, la verdad, pero mi mamá siempre me dice que también me tengo que enfocar en la escuela. No puedo dejar la escuela porque nunca sabes si tendrás una lesión o algo que te haga dejar el deporte; siempre tienes que tener otra opción y la escuela siempre es la otra opción, entonces tienes que tener las calificaciones altas”, explica Rosas-Berro.

Parte del entrenamiento implicará prepararse para dar el salto al equipo U17 –la Academia del Club de Fútbol Austin no cuenta con categoría U16– con el que afrontará un torneo nacional ante otras academias deportivas.

Si bien extraña jugar fútbol con su papá, platicar con su mamá mientras cocina y divertirse con sus dos hermanos, Ángel está tranquilo con la familia con la que vive. César Rojas, su tutor en Austin, compartió a

El Mundo Newspaper que la presencia de Ángel ha sido muy positiva: “Es una experiencia muy buena como familia, porque como mi hijo es hijo único, Con Ángel se ven como hermanos”.

Su familia texana –la de la academia de fútbol– también le ha permitido a Ángel sobrellevar la lejanía de su familia biológica. Y el haber sido parte del equipo que ganó la Generation Adidas Cup le anima a seguir esforzándose para hacer realidad su sueño. “Esa Copa fue un objetivo, nada fácil ganar, pero el esfuerzo de todo el equipo lo hizo posible. Le echamos todas las ganas y ganamos la copa”, concluyó Rosas-Berro.