Un aumento de casos de COVID-19 en todo el país este verano hizo crecer el temor de que la enfermedad respiratoria regrese este otoño. Las variantes XBB y XBB.1.5 constituyeron la mayoría de los casos de infección en la más reciente escalada de verano. Es cierto que las infecciones de estas subvariantes están empezando a disminuir, pero dejan espacio para que surjan nuevas variantes, como las que han cobrado impulso en las últimas semanas: EG.5 y BA.2.86. De acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la EG.5 representó casi el 21% de los casos de COVID-19 en la tercera semana de agosto.

Con el otoño, los niños regresan a clases y por eso es posible que el coronavirus vuelva a ser el centro de atención pública a medida que más gente se reúne a puertas cerradas.

Los grupos vulnerables, como las personas inmunodeficientes y los no vacunados, siguen siendo más susceptibles a la infección –y a enfermar de gravedad– que las personas que tienen un sistema inmunológico sano y que han sido vacunadas. Las personas que teman infectarse deben evitar los grandes grupos de personas.