Desde el pasado 1 de agosto, las tiendas de este país solo podrán vender focos LED debido a requerimientos del Departamento de Energía ordenados por la Administración Biden. Estos ordenan a los fabricantes a solo producir focos LED, que son más caros, pero tienen una mayor duración –además de consumir menos energía–.

Un foco LED consume hasta un 80% menos de energía que un foco incandescente y 66% menos que un foco ahorrador. Si bien no se pueden vender, no se impide a las personas utilizar los focos incandescentes que ya posean.

El Departamento de Energía proyecta que este cambio significará un ahorro de 3 mil millones de dólares al año en los recibos de electricidad tras completar la migración. También se prevé una reducción en las emisiones de dióxido de carbono en 222 millones de toneladas métricas al año, equivalentes a las emisiones producidas por 28 millones de hogares.