La identificación y el rastreo de armas de fuego a través de las huellas únicas que dejan en los casquillos es una de las estrategias que busca implementar el Condado Travis en la lucha contra los crímenes cometidos con armas.

Especialistas del Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) presentaron a los comisionados de la Corte del Condado el National Integrated Ballistic Information Network (NIBIN), programa que analiza la evidencia balística a través de su base de datos.

Las armas dejan una marca única en los casquillos de bala, que funcionan como huellas digitales o DNA, explica Jeffrey Kennedy, supervisor de grupo del Crime Gun Intelligence Center del ATF en San Antonio. El sistema del NIBIN compara microscópica y tridimensionalmente esos detalles y con un 98% a 99% de precisión puede identificar qué casquillos fueron disparados de una misma arma. “No necesariamente identifica quién jaló el gatillo, pero te permite determinar que una misma arma fue utilizada en diversas escenas del crimen; el trabajo de investigación y el contacto con los testigos permiten identificar quién fue”, señala Kennedy.

Según investigaciones académicas, si un arma fue utilizada en dos ocasiones distintas hay amplias posibilidades de que sea usada una tercera vez, por lo que la meta es romper ese ciclo. La identificación del arma también se realiza con sus vendedores y permite hacer conexiones con tiroteos ocurridos en todo el país.

En la jurisdicción del Condado Travis solo el Departamento de Policía de Austin tiene acceso al NIBIN, por lo que otras ciudades aledañas quedan fuera del programa y dependen del Departamento de Seguridad Pública de Texas para buscar evidencia que permita resolver los crímenes cometidos en sus territorios.

El Fiscal de Distrito del Condado Travis, José Garza, afirmó que NIBIN es una herramienta clave para perseguir y combatir la violencia armada, cuya tasa de enjuiciamiento es de 94%, por lo que la idea es expandirlo localmente. “La realidad es que hay armas de fuego ‘flotando’ en nuestras comunidades y la gente que quiere hacer daño tiene acceso a ellas”, ha dicho Garza y agregó que están trabajando con organizaciones comunitarias en estrategias adicionales que puedan disuadir y prevenir el uso de armas de fuego. Como ejemplo, Garza refirió que el mayor número de homicidios en los últimos diez años han tenido origen en la violencia doméstica.