La obsesión por comprar marcas costosas
Agencias / Cortesía | 9/1/2022, midnight
Los seres humanos nos emocionamos al comprar un artículo nuevo; muchos son influenciados por promociones en las redes sociales o porque personajes mediáticos usan esas marcas, que por lo general son muy costosas. El problema surge cuando esta acción –la de tratar de emular a sus celebridades favoritas– se vuelve la ‘brújula’ que orienta sus vidas.
No se trata de criticar las marcas o tendencias, lujosas o no, porque éstas tienen un propósito funcional en nuestras vidas, lo queramos o no, pero si la persona se desvive por comprarlas aun cuando son innecesarias, y solo lo hace para ‘pertenecer’ a un entorno social que no es parte de su cotidianidad, entonces sí es un problema y se deben tomar acciones para tratar la situación cuanto antes.
La psicología apunta hacia un problema de conducta llamado neofilia, que es la constante atracción (y hasta obsesión) por comprar cosas novedosas. Es muy fácil caer en esto porque activa nuestra dopamina y nos da placer. Y hay quienes desean seguir en este estado. Sin embargo, si esta característica conductual no se controla a tiempo puede generar grandes problemas psicológicos y hasta físicos, pues al no lograr el objetivo (la compra) puede desencadenar ataques de ansiedad, pánico o depresión.
Las redes sociales también juegan un papel importante en esta ecuación emocional y psicológica, pues nos hacen ‘vivir’ un mundo irreal que muchas veces nos genera frustración y aumenta las ganas (normales) de estar en constante competencia. No se trata de no usar marcas de lujo (ya sea de ropa, belleza, electrodomésticos o tecnología) sino de tomar consciencia de hasta dónde son útiles y entender que no pueden solucionar nuestros problemas personales. Muchos buscan exactamente eso, llenar vacíos y carencias afectivas con dinero y cosas materiales.
Si usted identifica alguna de estas emociones, lo mejor es que pida ayuda psicológica. Las emociones son igual de importantes que nuestra salud física.
EL DATO
Las marcas activan nuestro circuito de pertenencia. Si una persona necesita tener lo último en moda o tecnología, se trataría de un caso de vacío emocional y carencias afectivas.