En la víspera de la celebración mexicana del Día de Muertos y al acercarse el día de la elección de medio término, padres de los niños fallecidos en el tiroteo de la primaria Robb de Uvalde en mayo pasado montaron un altar frente a la entrada principal del Capitolio para recordar a las 21 personas asesinadas, demandar una reforma de armas de fuego –que incluya elevar la edad mínima para adquirir armas de fuego de 18 a 21 años, limitar su venta y más controles de verificación de antecedentes, entre otras medidas– además de llamar a votar por candidatos que la respalden. El altar fue transportado a la reja principal de la Residencia Oficial del Gobernador, donde un mariachi entonó algunas canciones en memoria de los muertos.

Kimberly Rubio recordó a su hija Alexandra (10) como una niña ejemplar y lamentó que los líderes estatales no hayan estado a la altura de lo que se espera de ellos. Además, advirtió a quienes están en posiciones de poder que, si los niños no están seguros, tampoco sus cargos. “Después de la tragedia nos encontramos con gran oposición hacia una reforma de armas de fuego que debió haberse hecho desde hace mucho. Hoy estamos (aquí) en nombre de Lexi y demandamos acción. Buscamos una prohibición de las armas de asalto y de alto calibre. Entendemos que, por alguna razón, para cierta gente con dinero que financia campañas políticas, las armas son más importantes que los niños”, afirmó Rubio frente a las personas congregadas.

Para Vincent Salazar, padre de Leila, la situación ha ido demasiado lejos, de tal manera que no pueden ir tranquilos a ningún lado, por lo que votar es un acto que se tiene que hacer “como si la vida dependiera de ello, porque literalmente así es”.

Ángel Garza, padre de Amerie Jo, invitó a la gente que piensa que votar no importa, o que no sabe de política, a que lo hagan porque “cuando todo sale mal y sientes que tus líderes estatales te han abandonado, desearás haber salido a votar”.

“Estas familias han sido una inspiración para todos nosotros, un símbolo de valor extremo; en mi mente nadie ejemplifica el valor, la fortaleza y la determinación mejor que Kim Rubio”, expresó la representante estatal Gina Hinojosa, presente en el lugar.

Kimberly Rubio explicó a El Mundo Newspaper que está a favor de la demolición de las instalaciones de la primaria Robb, antes de lo cual pidieron caminar por última vez por donde su hija y los demás niños y maestros vivieron sus últimos momentos. Además, como integrante del comité de lo que se construirá en lugar de la escuela, buscará que también se preserve el recuerdo de la protesta pacífica que estudiantes hispanos hicieron en 1970 fuera de ese mismo recinto en busca de equidad y contra el racismo. “Es por eso que estoy en el comité: no quiero que se construya un parque o algo más donde puedas tener una fiesta de cumpleaños, y se olvide lo que pasó en ese lugar; para mí es un espacio de solemnidad, un lugar de tristeza, y quiero que eso esté representado, con predominante presencia hispana, para que los estudiantes sepan qué pasó ahí”, finalizó Rubio.

EL DATO

El pasado 24 de mayo, diecinueve estudiantes y dos profesores fueron asesinados en la escuela primaria Robb de Uvalde (Texas) por una persona que acababa de comprar un arma de fuego con solo 18 años cumplidos.