Para cumplir con un fallo judicial que entró en vigencia el fin de semana pasado, el Gobierno Federal detuvo los límites a los arrestos de inmigrantes indocumentados que realiza el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Por ese motivo, la Administración Biden ha suspendido la orden que daba prioridad al arresto y deportación de los inmigrantes que fueran considerados una amenaza a la seguridad pública y nacional. El Departamento de Seguridad Nacional anunció que acatará la decisión, aunque la apelará.

Si bien es poco probable que la suspensión del esquema de priorización de arrestos de ICE coloque a los aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados del país en peligro inmediato de ser arrestados, la ausencia de estándares nacionales podría conducir a acciones policiales inconsistentes en todo el país, incluidos los arrestos de inmigrantes a quienes los agentes recibieron instrucciones previas de no detener.

En adelante y hasta nuevo aviso, los agentes del ICE tomarán decisiones caso-por-caso, basándose en lo que sea mejor para los intereses del país. Algunas oficinas del ICE podrían elegir ir tras un rango más amplio de inmigrantes, mientras que otras seguirán enfocándose en perseguir a los que representan una mayor amenaza para la seguridad nacional.