Según el portal www.powertochoose.org los consumidores de electricidad residencial de Texas pagarán, al menos, un 70% más que hace un año por el servicio. Durante mayo, la tarifa residencial promedio fue de 18.48 centavos por kilovatio hora, la más alta desde que Texas desreguló su mercado de electricidad hace más de dos décadas. Si una familia consume 1,000 kWh de electricidad al mes, al momento de pagar por el servicio notará un aumento de alrededor de $80. En un año, eso significaría desembolsar casi $1,000 más del presupuesto familiar.

Aunque algunas ciudades, como Austin y San Antonio, regulan sus servicios públicos, en la mayor parte del Estado rige un modelo de competencia comercial. En muchas ciudades texanas los consumidores verán al aumento en momentos diferentes, dependiendo de cuándo venza su actual contrato de electricidad. Es importante recordar que los consumidores escogen un plan eléctrico de entre docenas de compañías privadas, los cuales tienen una duración de entre uno y tres años. Cuando expira su contrato, tienen que escoger uno nuevo o entran en un esquema mensual que conlleva tarifas aún más altas.

En las últimas dos décadas los texanos podían conseguir electricidad barata haciendo un esfuerzo por comparar precios, y en parte gracias a que el gas natural era barato. Actualmente las plantas de generación eléctrica que funcionan con gas natural representan el 44% de la capacidad de generación de ERCOT, la entidad que opera la red eléctrica de la mayor parte del estado. Igualmente importante es que las plantas de gas natural son las que determinan las tarifas del mercado, principalmente porque pueden ser activadas si se produce un repunte de la demanda, el viento se detiene o el cielo se nubla.

EL DATO

De 2009 a 2020 la tarifa eléctrica promedio en Texas era muy inferior al promedio nacional, pero en tiempos más recientes la inflación en el mercado de la energía ha aumentado más rápido aquí.