Miocarditis: no hay que alarmarse
Agencias / Cortesía | 2/3/2022, midnight
La palabra ‘miocarditis’ y su vínculo con efectos adversos provocados por las vacunas contra el COVID-19 se popularizó en cadenas de WhatsApp. Los expertos en salud niegan la conexión porque no hay conclusiones científicas aún.
La miocarditis es la inflamación del músculo del corazón conocido como miocardio, que se encarga de facilitar la contracción para bombear la sangre, así que cuando se inflama, ese movimiento puede dificultarse.
La miocarditis puede aparecer después de una infección, cualquiera que ésta sea, o a causa de una falla en el sistema inmune. Si uno deja actuar al sistema inmune por sí solo, la respuesta varía mucho entre persona y persona, pero si la persona está vacunada contra el COVID-19 y aparece la miocarditis, se sabe que ésta tiende a ser leve.
Cuando el coronavirus invade nuestro cuerpo, éste establece una serie de barreras ordenadas para combatirlo; sin embargo, cuando uno no está vacunado y el COVID-19 ingresa, el sistema inmune puede actuar de manera desesperada y, en este caso, sí puede producir una miocarditis. Depende cada organismo.
El síntoma más común de la miocarditis es dolor en el pecho y, en algunos casos, fiebre. En manifestaciones más severas puede haber falla en el corazón, es decir, que le ‘falte el aire’ al paciente; también puede presentarse hinchazón en las piernas y en casos muy severos podría ser fatal.
Si una persona tiene alguna condición cardiaca, es comprensible que tema que al vacunarse ésta empeore. Pero optar por no vacunarse lo hace mucho más vulnerable a enfermarse severamente y con pronóstico reservado.
EL DATO
Algunos estudios indican que la incidencia de la miocarditis es de más de 100 por 100,000 casos en personas con coronavirus, mientras que la incidencia antes de que éste existiera era entre 1 y 10 casos por 100,000. La infección por coronavirus parece aumentar el riesgo de desarrollar miocarditis en más de 10 veces.