Las personas con diabetes tienen que realizarse un examen de la vista cada año, pues de lo contrario pueden ir perdiendo irremediablemente la visión ante un mal silencioso: la retinopatía diabética. Con esta condición provocada por la variación de niveles de azúcar en la sangre se dañan los vasos sanguíneos de los ojos y estos pueden reventar.

“Es como cuando uno se tuerce el tobillo y éste se hincha; así ocurre en la parte central del ojo, y eso causa que la vista se haga borrosa”, explicó a El Mundo Newspaper, Víctor González, especialista en retina del Gulf Coast Eye Institute de Texas.

El también integrante de la Academia Estadounidense de Oftalmología y de la Asociación para la Investigación en Visión y Oftalmología señaló que los síntomas generales de la pérdida de vista es visión borrosa, oscura y con un reflejo rojo, no poder distinguir detalles, ver líneas rectas como onduladas, ver puntos ciegos o manchas, o ver todo con colores apagados o desteñidos. La retinopatía diabética es peligrosa porque al inicio no presenta síntomas sino hasta que ya es tarde. Si se detecta a tiempo con una revisión periódica por parte de un oftalmólogo, existen procedimientos y medicación que pueden detener el deterioro de los ojos.

“Puedes tener retinopatía diabética avanzada y no tener síntomas en tu vista, ese es el momento en el que nos gusta intervenir, porque los medicamentos funcionan cuando se hincha o empieza a sangrar el ojo, pero es mucho más eficaz el tratamiento antes de que empiece a perder la vista”, indica González, investigador activo en la prevención de la ceguera.

La retinopatía diabética puede derivar en una condición llamada retinopatía proliferativa, donde se producen sangrados dentro del ojo, que estimulan la creación de cicatrices, que si no se controla derivan en desprendimiento de la retina y en ceguera.

Otros malestares visuales que pueden presentarse en personas con diabetes son el glaucoma, que es cuando la presión del ojo poco a poco empieza a causar daño al nervio óptico, y las cataratas, que se producen cuando el cristalino del ojo se hace opaco por concentración del azúcar, lo que provoca cambios en el grosor del cristalino del ojo y lo daña. Esta última condición se puede remediar con cirugía, pero también requiere un examen de la vista previo.

Para evitar estas complicaciones, González recomienda controlar la diabetes comiendo más saludablemente y haciendo ejercicio, lo que permitirá tener un nivel cardiovascular sano. Para lo primero es importante reducir el consumo de comidas procesadas con alto nivel calórico y poco nivel nutritivo, como la comida rápida; en su lugar es recomendable que las familias preparen alimentos similares a los que consumían en sus países de origen.

“Es más fácil conseguir comida de alto nivel calórico, de muchas calorías, porque es más barata, por lo cual hay un factor socioeconómico; eso, en combinación con una vida sedentaria, donde no hacemos mucho ejercicio, se desarrolla más el problema”, expresó.

La diabetes está incrementándose en Estados Unidos a niveles pandémicos, por lo que se está volviendo un problema muy severo para el país, con más de 37 millones de personas diabéticas.

Las personas hispanas tienen más posibilidades de desarrollar diabetes que los anglosajones por predisposición genética, pero también por falta de acceso a la atención médica.

EL DATO

Recursos como el sitio “Diabetes y tus ojos” (looktoyourfuture.com/es) pueden ayudar a pacientes con enfermedades oculares relacionadas con la diabetes y brindar consejos prácticos para familiares y cuidadores.