Las autoridades sanitarias del país afirman haber detectado más casos de una misteriosa enfermedad hepática en niños que se identificó por primera vez en Reino Unido, que se propagan rápidamente en territorio estadounidense y en Europa.

En la mayoría de los casos no se detectaron los virus que suelen causar la hepatitis infecciosa, por lo que científicos y doctores consideran otras posibles fuentes, incluyendo el COVID-19, otros virus y factores medioambientales.

La hepatitis leve es muy habitual en niños tras una serie de infecciones virales, pero lo que se está viendo ahora es muy diferente. Los expertos dicen que si la hepatitis fuese consecuencia del COVID-19, sería sorprendente no verla más ampliamente distribuida por todo el país dada la alta incidencia de contagios del coronavirus en este momento. La causa exacta de los casos de hepatitis en los niños sigue siendo desconocida. Las autoridades sanitarias del país descartaron cualquier relación con las vacunas contra el COVID-19 alegando que ninguno de los afectados estaba inmunizado.

Las autoridades investigan los adenovirus, una familia de virus comunes que suelen ser responsables de enfermedades como la conjuntivitis, el dolor de garganta o la diarrea. Varios niños que dieron positivo en hepatitis aguda en Alabama también arrojaron positivo por adenovirus. Sin embargo, algunos doctores han apuntado que los adenovirus son tan comunes en los niños que el mero hecho de encontrarlos en los pacientes con hepatitis no significa que sean los responsables de esa dolencia.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, destacó que aunque hay un incremento de adenovirus en Estados Unidos y en Reino Unido, que se propagan al mismo tiempo que el COVID-19, su relación con los casos de hepatitis no está claro. Algunos de los menores dieron positivo al coronavirus, pero la OMS apuntó que se necesita un análisis genético del virus para determinar si los casos tienen relación. Para determinar si la causa podía ser una sustancia química o una toxina, especialistas estadounidenses y británicos están realizando pruebas de laboratorio.

La agencia de salud de las Naciones Unidas anunció que, dado el incremento de los casos en marzo pasado y el aumento de la vigilancia científica, era ‘muy probable’ que se detecten más casos antes de que se identifique la causa del brote.

EL DATO

Según los Centros para Control y Prevención de Enfermedades (CDC), los hispanos son el tercer grupo étnico con mayor riesgo de morir por hepatitis C.