La oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) explora nuevas formas de rastreo y control de los inmigrantes indocumentados con el objetivo de evitar encarcelamientos masivos, por lo que estableció un sistema piloto con el uso de teléfonos inteligentes. Según los lineamientos de esta política, ICE entregaría un smartphone a los indocumentados para saber dónde se encuentran y llamarles en una hora determinada (un toque de queda). El seguimiento se haría con la tecnología SmartLink a través de una aplicación en celulares monitoreados las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.

El sistema SmartLink será activado por un oficial de ICE, no por el indocumentado, y para funcionar requiere la fotografía y otros datos personales del inmigrante, quien será monitoreado todo el tiempo.