Los Demócratas en el Congreso de la Unión continúan luchando por legalizar a millones de inmigrantes indocumentados a través del proyecto de ley de reconciliación presupuestaria 2022.

El pasado 19 de septiembre, la abogada Elizabeth MacDonough, principal asesora del Senado, rechazó incluir la legalización de un gran número de indocumentados en el paquete de reconciliación porque considera que la legalización de millones aumentaría el gasto de programas federales como las estampillas de alimentos, los créditos tributarios por menores, los programas de seguros médicos, entre otros.

Sin embargo, existe una gran necesidad de que se resuelva la actual crisis migratoria para evitar que miles de familias con integrantes mixtos sean separadas. Conseguirlo será un camino largo y difícil, dada la oposición de los Republicanos.

“Anticipamos que éste sería un proceso de varios pasos y con múltiples intentos. La esperanza no ha desaparecido y seguimos confiando en que millones de indocumentados ajustarán su estatus migratorio a través del proceso de reconciliación. Permitir que estas personas obtengan la residencia permanente es un tema fundamentalmente económico para millones; esto resultaría en necesarias autorizaciones de trabajo y tendrá un positivo impacto económico y fiscal para el país”, comenta para El Mundo Newspaper, Karely Hernández, gerente de comunicaciones de FWD.us.

Hernández responde con cifras a quienes consideran que legalizar a millones de indocumentados sería dañino para el fisco nacional. “No es así. Hay expertos que pronostican que si se legaliza a un gran grupo de indocumentados la recaudación tributaria adicional bordearía los 59 mil millones de dólares anuales, además de añadir 16 mil millones más en contribuciones a las nóminas federales, estatales y locales. Esto es algo que las cabezas de todos los niveles de gobierno deben entender, especialmente ahora que luchamos por la recuperación económica a nivel nacional. Debemos tener presente que los inmigrantes somos una fuerza laboral muy importante en este país”, explica Hernández.

El beneficio no sería solo económico sino también social. Según información compartida por la FWD.us alrededor de 10.6 millones de ciudadanos estadounidenses viven con un inmigrante indocumentado. Además, más de veintidós millones de personas en este país viven en hogares de estatus mixto, en los que al menos una persona indocumentada vive con ciudadanos estadounidenses, o residentes permanentes o con algún estatus migratorio temporal. “Esto demuestra la necesidad urgente de que el Congreso apruebe una vía a la ciudadanía para millones de indocumentados, de manera que más familias de estatus mixto no tengan que enfrentarse a la incertidumbre de sufrir una separación repentina”, dice Hernández.

Es importante destacar que cuando se trata de cifras que conciernen a niños y a sus mamás, la situación cobra otra dimensión. Un análisis de la FWD.us encontró que alrededor de 5.8 millones de niños ciudadanos estadounidenses viven en hogares en los que al menos uno de sus familiares es indocumentado. Además, cerca de 1.7 millones de ciudadanos estadounidenses tienen un cónyuge indocumentado. “Estos números son alarmantes porque vemos que, si el Congreso no resuelve esta coyuntura, el impacto en las vidas de estas personas sería devastador”, concluye Karely Hernández.

EL DATO

El camino a la ciudadanía a través del programa de reconciliación del paquete presupuestal 2022 busca legalizar a cerca de ocho millones de indocumentados incluyendo a ‘dreamers’, titulares del TPS, trabajadores agrícolas y trabajadores esenciales.

DEBE SABERLO

Alrededor de una de cada veinte personas en Estados Unidos vive en un hogar de estatus mixto. La mayoría de estas familias viven en Texas, California, Florida y New York.