La decisión de la Corte Suprema de no bloquear una ley que prácticamente prohíbe el aborto en Texas puede alentar a más Estados de la Unión a impulsar normas similares antes de que ese máximo Tribunal se pronuncie sobre una demanda que desafía su histórico fallo de 1973, que abrió la puerta a la legalización de este procedimiento.

Ninguna otra ley similar que prohíba abortar a las seis semanas de gestación –cuando se puede detectar el latido del corazón del feto y muchas mujeres no saben aún que están embarazadas– ha entrado en vigor en Estados Unidos, sin embargo, líderes de Estados como Arkansas, Dakota del Sur y Florida han expresado su interés en aprobar una normativa parecida a la de Texas; mientras se espera que Carolina del Sur, Kentucky, Luisiana, Oklahoma y Ohio también sigan esa línea.