Que un estornudo no te alarme


Agencias / Cortesía | 10/28/2021, midnight
Que un estornudo no te alarme
APRENDA. Con la temporada de invierno es más probable que padezcamos de gripe. En tiempos de pandemia de COVID-19 es necesario reconocer las diferencias de los síntomas para evitar que cunda el pánico. |

La gripe y el COVID-19 son infecciones respiratorias y virales cuyo riesgo de contagio se puede evitar a través de la vacunación.

El virus de la gripe puede causar al año entre tres y cinco millones de casos graves y más de doscientas mil muertes por infección respiratoria en todo el planeta. Mientras que el COVID-19 generó una emergencia sanitaria a nivel mundial desde diciembre del 2019 y viene afectando a más de 242 millones de personas, provocando la muerte de 4.9 millones de ellas.

Aunque algunos síntomas son similares, con el avance de la pandemia se han logrado aclarar las cinco diferencias principales que existen entre ambas infecciones, sus complicaciones y secuelas. Según los CDC y la Mayo Clinic, estas son las diferencias que el público debe reconocer:

–Tanto el COVID-19 como la gripe pueden ser asintomáticos o mostrar síntomas graves. Los síntomas más comunes para ambos incluyen: fiebre o la sensación de sentirse afiebrado; escalofríos; tos; dificultad para respirar (o sentir que le falta el aire); fatiga o cansancio; dolor de garganta; y mucosidad nasal o nariz tapada. En ambas infecciones, las personas pueden tener dolor muscular, molestias corporales, dolor de cabeza, vómitos, diarreas y cambios o pérdida del gusto o el olfato. Sin embargo, en el caso de la gripe, la pérdida del olfato o del gusto es poco frecuente. Los síntomas de diarrea y vómitos se dan más en casos de niños con gripe y no tanto en adultos.

–Por lo general, los síntomas tardan en aparecer en ambos casos. En el caso de la gripe, las personas presentan síntomas después de 1 a 4 días de haber contraído la infección. Por el contrario, las personas presentan síntomas de COVID-19 después de entre 2 a 14 días, aproximadamente, después de haber contraído la infección.

–El tiempo que una persona contagiada puede transmitir el virus es notoriamente distinto. Las personas con gripe, en su gran mayoría, pueden contagiar a otra aproximadamente un día antes de presentar síntomas; sin embargo, muchas personas siguen siendo contagiosas por aproximadamente 7 días, según los CDC. Con respecto del coronavirus, aún se está investigando por cuánto tiempo una persona puede propagar el virus. Según los CDC, es posible que las personas puedan propagar el coronavirus por aproximadamente 2 días antes de manifestar síntomas (o posiblemente antes) y permanecer contagiosas por, al menos, 10 días después de la primera aparición de los síntomas.

–La transmisión de estas enfermedades es muy distinta. Tanto el coronavirus como la gripe pueden transmitirse de persona-a-persona y entre personas que están en contacto cercano entre sí a tres pies de distancia. Ambas enfermedades se propagan principalmente a través de partículas cuando tosen, estornudan o hablan. Esas partículas –de diferentes tamaños– pueden terminar en la boca o nariz de quienes se encuentren cerca y posiblemente sean inhaladas hasta llegar a sus pulmones. En algunas circunstancias, las partículas podrían propagarse más allá de los 3 pies y aún así provocar infecciones.

–Finalmente, ambas infecciones pueden provocar complicaciones, como neumonía, insuficiencia respiratoria, síndrome de insuficiencia respiratoria aguda (líquido en los pulmones, sepsis, lesión cardiaca) y agravamiento de afecciones crónicas que involucran a los pulmones, el corazón, el sistema nervioso o la diabetes. Tanto pacientes con coronavirus o gripe, pueden padecer inflamación del corazón, cerebro y tejidos musculares. Sin embargo, las diferencias encontradas señalan que en el caso de la gripe, las infecciones secundarias bacterianas son más frecuentes en casos de influenza que en los casos de COVID-19. En cambio, en los casos de COVID-19, hay complicaciones como coágulos de sangre en las venas y arterias de los pulmones, corazón, piernas o cerebro. Además, el COVID-19 puede dejar secuelas, que hoy se conocen como Síndrome de COVID Prolongado o Post COVID.

EL DATO

Una persona asintomática o cuyos síntomas desaparecen puede seguir contagiando por, al menos, 10 días después de su resultado positivo en la prueba de detección del COVID-19. Las personas hospitalizadas con casos graves de la enfermedad y las personas con el sistema inmune debilitado pueden ser contagiosas por 20 días o más.

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