Transformando la vida de los jóvenes reclusos


Tania Del Ángel Pich | 10/21/2021, midnight
Transformando la vida de los jóvenes reclusos
SOPORTE. Jail to Jobs cuenta con cuatro centros ubicados en los condados Travis y Williamson. La institución espera poder servir a más comunidades texanas en el mediano plazo. |

En este país, desafortunadamente, muchos jóvenes que salen de prisión regresan al camino de la delincuencia porque les es muy difícil cortar con ese círculo vicioso debido a la falta de apoyo y oportunidades para regenerarse.

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Jeremías Cooper, director de Jail to Jobs del Condado Travis.

Los jóvenes del Centro de Texas tienen una esperanza real para darle un giro positivo a sus vidas en Jail to Jobs, organización sin fines de lucro que trabaja con chicos encarcelados –o que han estado en la cárcel– brindándoles las herramientas necesarias para afrontar las dificultades derivadas del encierro y para recuperar dignamente el propósito en sus vidas.

“Nuestro programa se encarga de apoyar a los jóvenes exreclusos que quieran cambiar sus vidas. Estos jóvenes son asesorados por nuestro personal, en su mayoría exreos también, que hemos experimentado las mismas dificultades. El programa Jail to Jobs les permite aprender nuevas habilidades para obtener un empleo remunerado; además, obtienen empoderamiento con nuevas estrategias para tomar buenas decisiones y crear un sistema de apoyo que les permite seguir transformando sus vidas hasta alcanzar su verdadero potencial”, comenta para El Mundo Newspaper, Jeremías Cooper, director de Jail to Jobs del Condado Travis.

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Jail to Jobs

El programa inició en el 2009 con visitas de exconvictos a jóvenes reos a los que les ofrecían estudios de la Biblia o ser sus mentores para motivarlos a tomar un mejor rumbo.

Actualmente, Jail to Jobs ofrece diferentes clases técnicas para que los jóvenes puedan encontrar un empleo decente para sostenerse ellos y a sus familias. “Contamos con clases que desarrollan las habilidades necesarias para trabajar en refugios de animales, en la construcción, dando clases culinarias, en fabricación de diversos productos, en jardinería, en empleos vinculados al gobierno de la Ciudad de Austin, en impresión y bordado de ropa, en carpintería, entre otros. También tenemos acuerdos con empleadores de diferentes partes de la ciudad para que cuando los jóvenes se gradúen del programa puedan encontrar empleo fácilmente y éstos sean bien pagados”, señala Cooper y agrega: “Hace poco un joven exalumno me llamó para contarme que gracias a su empleo había comprado su primera casa; eso nos llena de felicidad”.

Jail to Jobs permite una decorosa reincorporación a la sociedad productiva. “Una vez que (nuestros jóvenes) salen de la correccional llegan a nuestras instalaciones y los contratamos. Ellos escogen en qué quieren desarrollar sus habilidades y trabajar. Estamos asociados con Capital Metro para ofrecer transporte público gratuito a los jóvenes que cursen nuestro programa. También hablamos con ellos para saber por lo que están pasando: si sus problemas tienen que ver con el consumo de drogas; si están involucrados en pandillas; si no cuentan con un lugar para vivir; si las relación con sus padres es nula; cualquiera que sea el motivo, tratamos de ayudarlos y los guiamos para que puedan resolver sus problemas”, afirma Cooper.

Las mujeres jóvenes también forman parte de este valioso programa de superación. “En nuestro curso culinario el 95% de participantes son mujeres, muchas de ellas embarazadas. A ellas les ayudamos para que durante el embarazo se mantengan ocupadas y con una actitud positiva y hasta les organizamos su ‘baby shower’”, comparte Cooper.

La mayoría de los jóvenes en este programa son latinos y afroamericanos. Solo el año pasado (2020) Jail to Jobs sirvió a un total de mil jóvenes, ya sea con transporte, empleo, alimentos u otros servicios. “Empleamos a un total de doscientos cincuenta jóvenes. Trabajamos con niños que desde los diez años están encarcelados en correccionales de menores, pero la mayoría de nuestros jóvenes tienen entre diecisiete y veinticinco años, y alrededor del 65% de ellos son latinos. El 99% de jóvenes de nuestro programa no cuentan con una figura paterna en sus vidas, por lo que nosotros nos convertimos en una imagen paternal para ellos”, explica Cooper.

En Jail to Jobs el trato entre los jóvenes y sus mentores tiene un origen común. “Estuve en la cárcel catorce años. La primera vez ingresé a los doce años y a los quince ya me habían disparado dos veces. A los dieciocho fui a la cárcel por asesinato. Todos los que trabajamos en Jail to Jobs, los directores, supervisores y coordinadores, todos, tenemos nuestra historia carcelaria y por ello podemos servirles de ejemplo a los jóvenes y guiarlos para que no comentan los mismos errores”, concluye Jeremías Cooper.

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Los jóvenes que se gradúan del programa Jail to Job sean reincidentes es de menos del 15%.

DEBE SABERLO

Según información de Jail to Jobs, a nivel nacional el 75% de los delincuentes que son liberados de prisión vuelven a la cárcel en algún momento de sus vidas. Sin embargo, la probabilidad de que los jóvenes que se gradúan del programa Jail to Job sean reincidentes es de menos del 15%.

EL DATO

Más información sobre el programa Jail to Jobs en www.jailtojobs.com

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