Desde que en gran parte del mundo se empezaron a relajar las restricciones a la movilidad y a la actividad económica en plena pandemia, la demanda de bienes y servicios ha experimentado un crecimiento repentino que los fabricantes y transportistas no han sido capaces de cubrir, lo que ha generado un estancamiento sin precedentes. Los puertos de Los Ángeles y Long Beach, los dos mayores del país, viven una situación de colapso, con largas colas de enormes barcos cargueros fondeando frente a los muelles a la espera de poder atracar y descargar sus mercancías, una tarea que puede demorarse hasta doce días.

En ese sentido, Pete Buttigieg, secretario de Transporte, reconoció que los problemas en la cadena de suministros del país durarán hasta el próximo año (2022) por lo que pidió aprobar el proyecto de ley de infraestructuras propuesto por el Presidente Biden para minimizar el impacto de la situación.

EL DATO

El plan de infraestructuras está valorado en 1.2 billones de dólares y fue aprobado en el Senado hace semanas con apoyo de los dos partidos, pero todavía está pendiente de aprobación en la Cámara Baja, que quiere votar sobre el tema el 31 de octubre.