Desde el 10 de marzo, en Texas no es obligatorio utilizar mascarillas, con la excepción de las oficinas federales. Además, por disposición del Gobernador Greg Abbott, todos los establecimientos comerciales texanos pueden atender al ciento por ciento de su capacidad.

La medida, que confía en la responsabilidad de cada individuo, ha dividido a la opinión pública y ha sido rechazada por los funcionarios de salud, que piden a la comunidad continuar con las disposiciones de seguridad recomendadas por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) para evitar un potencial repunte de contagios, especialmente después del spring break.

De inmediato, el Alcalde de Austin, Steve Adler, rechazo la orden y a través de un comunicado aseguró que en la capital texana continuarán vigentes las reglas de salud pública, incluyendo el uso de la mascarilla: “Si bien las hospitalizaciones en el área de Austin han disminuido, y la tasa de contagios se está estabilizando, lo más eficaz que podemos hacer para ayudar a garantizar que las escuelas puedan recibir a más estudiantes y que abran más negocios, es usar la mascarilla”.

El H-E-B®, la cadena de supermercados más grande de Texas y uno de los establecimientos emblema en la lucha por evitar los contagios del COVID-19, aseguró a través de un comunicado que continuarán recomendando el uso de las mascarillas en todas las tiendas del Estado. Varios importantes comercios, como Walmart y Best Buy, además de minoristas, tiendas de abarrotes y cadenas de restaurantes anunciaron que también exigirían el uso de mascarillas en sus establecimientos.

EL DATO

Texas es, en plena pandemia, uno de doce Estados de la Unión que no obliga a usar mascarillas.

DEBE SABERLO

En la práctica, durante todo el año que lleva la pandemia, vastos sectores texanos nunca hicieron cumplir la orden obligatoria del uso de mascarillas ni los límites de capacidad de los establecimientos comerciales.