La pandemia exacerbó la inseguridad alimentaria en todo el país. Y el alza en los precios de los alimentos de primera necesidad provocará que para muchas familias sea más difícil conseguirlos.

Según la Oficina de Estadísticas Laborales, los precios de los comestibles aumentaron un promedio de 3.5% durante el último año. El precio de la carne en la actualidad se encuentra entre los más altos registrados en años recientes. Desafortunadamente, los especialistas no esperan que el costo de los alimentos baje pronto.

Esta alza impacta directamente en las familias que tienen dificultades financieras, pero también en los bancos de alimentos y en los grupos de ayuda que proporcionan comida a la población vulnerable, que están gastando mucho más en víveres que en años anteriores.

El aumento de los precios de los alimentos todavía no ha tenido un impacto importante en los grupos que administran alimentos para realizar labores sociales. Esto se debe a que los donantes continúan suministrando la mayor parte de los alimentos o porque éstos se han comprado al por mayor y durarán varios meses.

Sin embargo, en las próximas semanas, los bancos de alimentos y los comedores públicos podrían tener dificultades para continuar con sus solidarios aportes a la comunidad, ya que la asistencia alimentaria del Gobierno no cubre los gastos totales de sus actividades.

A medida que se agota el dinero del estímulo, a las organizaciones de asistencia alimentaria les preocupa que puedan estar recibiendo una nueva afluencia de personas famélicas que buscan su ayuda.

Para las organizaciones civiles dedicadas al trasiego de alimentos, el costo vertiginoso de los alimentos es una señal de advertencia de que la inseguridad alimentaria puede aumentar aún más en este país.

EL DATO

El alza en los precios de los alimentos pone en dificultades adicionales a las familias vulnerables, ya que no pueden comprar tantos víveres como antes.