Instalaciones perversas


Agencias / Cortesía | 6/17/2021, midnight
Instalaciones perversas
DOLOROSO. Las condiciones de los menores de edad en los albergues federales generan preocupación sobre el motivo por el cual se tarda, en promedio, más de un mes en liberarlos, especialmente porque la mayoría tiene familia en este país. |

Miles de menores de edad que cruzaron la frontera sur del país sin la compañía de adultos viven en constante desesperación y estrés esperando reunirse con sus familiares. La situación es grave.

Según testimonio de una voluntaria federal –en condición anónima para evitar represalias– que en mayo pasó dos semanas en el refugio de la Base Militar de Fort Bliss en El Paso, al lugar llegaban con frecuencia paramédicos para atender a los niños que padecían de ataques de pánico tan severos que sus manos se contraían dolorosamente y sus cuerpos temblaban.

Estos trastornos se registraban, especialmente, cuando otros niños eran retirados del lugar para reunirse con sus familias. La frustración de quienes se quedaban disparaba desgarradoras reacciones que derivaban en autolesiones, por lo que se ordenó a los voluntarios federales que alejaran a los niños de tijeras, lápices o incluso cepillos de dientes que pudieran usarse como armas.

Mucho de lo que ha descrito la voluntaria federal coincide con lo que los activistas que visitaron el refugio le contaron a The Associated Press en reportes que indignaron a gran parte de la sociedad estadounidense.

Hasta el 31 de mayo, casi 9,000 menores habían pasado por instalaciones sin licencia y 7,200 por albergues con licencia, de acuerdo con documentos legales del Gobierno Federales. Mientras que las instalaciones sin licencia funcionaban casi a su capacidad total en mayo, las que sí cuentan con licencia estaban a la mitad

Un funcionario del Departamento de Salud y Servicios Humanos no comentó específicamente sobre la afirmación de los ataques de pánico y otras inquietudes sobre la salud de los menores, aunque sí dijo que el Gobierno Federal trabajaba por extender el espacio para que los niños se entretengan, la ayuda terapéutica y los servicios educativos, así como otras actividades que puedan contribuir al bienestar de los menores. El funcionario agregó que en todas las instalaciones de emergencia hay servicios psicológicos y consejeros.

Activistas pro derechos de los indocumentados piden que el Gobierno Federal asigne más fondos para facilitar la entrega de los menores a sus familiares y que quienes no tengan parientes o amigos que los patrocinen, vayan de inmediato a instalaciones con licencia, que deben contar con un empleado a cargo por cada ocho menores durante el día y una persona capacitada para ofrecer terapia psicológica por cada doce niños.

La liberación de los menores se ha hecho más imperiosa desde que el Gobernador Abbott dispuso que no se entreguen más licencias para albergues de menores. Los activistas temen que algunos albergues cierren y que más niños sean enviados a establecimientos sin licencia.

EL DATO

El de la Base Militar de Fort Bliss es el refugio de emergencia más grande establecido por la Administración Biden para albergar a menores de edad que cruzaron solos la frontera sur.

DEBE SABERLO

Las niñas retenidas en los refugios para indocumentados se distraen haciendo origami y brazaletes de papel; mientras que los niños optan por dormir casi todo el día.

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