La reforma migratoria propuesta por el Presidente Joe Biden entró en una nueva fase: la Casa Blanca considera acelerar los procesos de asilo a quienes verdaderamente estén buscando protección y facilitar que funcionarios de asilo sean los encargados directos de decidir las deportaciones, que en estos casos serían más rápidas.

Los empeños de la Administración Biden tienen como objetivo que los potenciales migrantes del llamado Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, Guatemala y El Salvador) encuentren incentivos económicos en sus propios países, para así no tener que desplazarse a Estados Unidos.

Además, la Administración propone ampliar la representación y orientaciones legales para quienes ingresen al país y necesiten estos servicios. Para ello, dentro del presupuesto fiscal del 2022 se han solicitado 15 millones de dólares para ayudar a las familias y a las personas vulnerables, así como otros 23 millones destinados a programas dentro del Departamento de Justicia.

EL DATO

Los Republicanos han acusado a la actual Administración de provocar la entrada indiscriminada de indocumentados por la frontera sur. El Presidente Biden y su equipo han negado que exista una crisis migratoria.

DEBE SABERLO

Aunque el Presidente Demócrata ha revertido muchas de las medidas antiinmigrantes de su predecesor, las cifras de deportaciones han escalado a cifras no vistas en veinte años.