Depresión: Una de las peores secuelas de la pandemia
Angela M. Angulo | 1/28/2021, midnight
Además de amenazar y afectar la salud física de parte de la comunidad, y de golpear la economía de los individuos que vivimos en este país, la pandemia también pegó duro a la fortaleza mental de la población estadounidense, especialmente entre los jóvenes y la población vulnerable (personas mayores, con capacidades distintas, indocumentados).
Texas no es la excepción: aquí los casos de depresión, derivados de la pandemia, se incrementan todos los meses, aunque aquí no se impusieron duras restricciones a la población (toque de queda, cuarentena rígida); sin embargo, el cambio de rutina afectó la estabilidad emocional de muchos texanos.
La incertidumbre de lo efectivas que puedan ser las vacunas contra el COVID-19 y la justificada inquietud de cuándo será controlada esta crisis de salud, provoca mucha preocupación, estrés, ansiedad y hasta miedo en muchas personas. Estos sentimientos han desencadenado episodios de depresión de diversa intensidad en estas hombres y mujeres.
En un contexto en el que las necesidades más próximas al ser humano se ven limitadas –como lo económico o educativo, o por evitar convivir con diferentes personas en un espacio pequeño– la depresión se expande, lentamente, afectando a individuos de distintos espectros sociales. Si a eso sumamos las noticias diarias sobre la pérdida de vidas o las impresionantes cifras de personas contagiadas, los episodios de depresión serán más duraderos y podrían convertirse en trastornos de estrés postraumático.
Aunque no hay datos actualizados respecto de quiénes sufren más en estas inusuales circunstancias, podemos inferir que el golpe emocional debe ser mayor en las personas con capacidades distintas (ciegas, sordas, pacientes con aflicciones mentales, y aquellas que necesiten asistencia para movilizarse o vivir), ya que dependen de la interacción dinámica con otras personas o de estrictas rutinas, según sea el caso.
Los indocumentados también son frágiles en esta coyuntura: la desconfianza hacia las autoridades, la incertidumbre económica, la discriminación y el estigma agravado por la pasado Administración presidencial, provocan un desgaste emocional que tendrá consecuencias en el mediano plazo.
Quien diga que no ha sido afectado por la pandemia se engaña. Sin embargo, aunque esta crisis sea irritante o enervante, debemos mantener una actitud positiva, aunque sea difícil lograrlo. En momentos en que los contagios se multiplican a diario, ubicando a Texas en el segundo Estado de la Unión con más casos de contagios y fallecimientos, es importante salir de casa cumpliendo con todos los protocolos y disposiciones de las autoridades de salud. Vivimos días que requieren de nuestra colaboración para evitar el desborde de la demanda asistencial de pacientes contagiados que colapsen nuestro sistema de centros médicos y de atajar, en lo posible, el estallido de los cuadros de depresión en nuestra comunidad.
EL DATO
Depresión: es una condición de salud mental real influenciada por una combinación de factores.
DEBE SABERLO
Síntomas de la depresión: sentimientos de tristeza o vacío; irritabilidad extrema por cosas ‘menores’; ansiedad e inquietud; problemas con el manejo de la ira; pérdida de interés en actividades; fijación en el pasado; pensamientos suicidas.