Se quedó sin plataforma
Agencias / Cortesía | 1/14/2021, midnight
Suspendido por Facebook, Twitter e Instagram y con restricciones en Snapchat, Spotify, Twitch, Shopify, Stripe, Reddit, TikTok, YouTube y Pinterest, el presidente saliente, Donald Trump, ha provocado un debate entre quienes creen que la prohibición de sus cuentas en esas plataformas es un asalto a la libertad de expresión, y entre los que opinan que sí se debe regular el uso indebido que siembra el odio y la violencia en la sociedad.
La reacción al veto generalizado de las redes sociales da paso a la pregunta: ¿Están los ejecutivos de las poderosas empresas de tecnología en el mundo en condiciones de actuar como jueces y jurados respecto de las opiniones que se vierten en las redes?
La prohibición impuesta a Donald Trump preocupa a quienes analizan la fortaleza de Silicon Valley, ya que el poder empresarial de veto de las opiniones del público en general no beneficia en nada a la democracia estadounidense, en la práctica o como principio.
Sin embargo, un gran sector de la opinión pública del país apoya las medidas tomadas por las redes sociales, aunque creen que reaccionaron demasiado tarde, cuando la incitación a la violencia ya ocurrió, la ultraderecha resurgió y el Capitolio ya fue asaltado.
El debate está abierto. Por lo pronto, las redes sociales más grandes del mundo no darán su brazo a torcer: Facebook e Instagram no tienen la intención de levantar la suspensión de la cuenta del presidente saliente. Twitter fue más radical: suprimió la cuenta personal de Donald Trump y no se sabe si el aún presidente podrá recuperarla.
LA CIFRA
Donald Trump tiene:
35.3 millones de seguidores en Facebook.
88.8 millones en Twitter.
24.6 millones en Instagram.
2.7 millones en YouTube.
2 millones en Snapchat.
152 mil en Twitch.