Desde la pasada campaña presidencial, Joe Biden tuvo una posición definida respecto de encontrar una solución legal viable para millones de indocumentados que viven y trabajan en este país. Ya Presidente, Biden quiere honrar su promesa.

El pasado 18 de febrero, la Cámara de Representantes recibió el proyecto de ley America’s Citizenship Act of 2021, una reforma migratoria ambiciosa e inclusiva. La propuesta, de ser aprobada como está, daría estatus legal a más de once millones de indocumentados, especialmente para los ‘dreamers’, los beneficiarios del TPS y los trabajadores agrícolas.

Los indocumentados lograrían nacionalizarse tras ocho años: primero obtendrían la tarjeta de residencia temporal por cinco años y una permanente por tres más. La propuesta presidencial no ofrece un pase automático a la legalización, ya que a los postulantes les revisarán exhaustivamente su historial personal, incluido el récord criminal. Además, demostrar que han sido contribuyentes puntuales será decisivo en la revisión de las solicitudes.

La Casa Blanca ha negado que la propuesta signifique una política de ‘fronteras abiertas’: los indocumentados que llegaron al país después del 1 de enero del 2021 no tendrán derecho al beneficio y enfrentarán procesos de deportación.

El plan otorgaría mayor acceso a la protección de la visa U a los trabajadores inmigrantes que sufran graves violaciones laborales o violencia doméstica, para lo cual estos visados se incrementarían de diez mil a treinta mil. El proyecto también propone luchar contra la trata laboral, mejorando el proceso de verificación de empleo al exigir al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y al Departamento de Trabajo establecer una comisión que involucre a las organizaciones laborales, de empleadores y de derechos civiles.

El proyecto de reforma migratoria presentado por el Presidente Biden también modificaría las reglas sobre visas laborales (especialmente la H-1B) y planeará estrategias para que los estadounidenses no sean afectados por los salarios bajos ofrecidos a los inmigrantes.

La frontera sur no será una ‘puerta abierta’, como han advertido los opositores de la propuesta de reforma migratoria del Presidente Biden: de ser aprobado el proyecto, la estrategia de vigilancia de la frontera cambiará: los esfuerzos en la detección de tráfico de personas, de armamento y de drogas se realizarán a través del uso de tecnología de avanzada, lo cual hará la vigilancia más efectiva.

Es necesario destacar que la propuesta presidencial no tiene el apoyo de los senadores Republicanos; y para que ésta sea aprobada, debe ser respaldada por sesenta votos: los Demócratas solo tienen cincuenta.

DEBE SABERLO

Propuesta presidencial de reforma migratoria propone un mejor trato a los inmigrantes que llegan a la frontera en busca de asilo.

EL DATO

La Administración Biden busca eliminar la discriminación para familias LGBTQ+ y asegurar la reunión familiar de otros inmigrantes.