Aunque Estados Unidos registra las tasas de desempleo más bajas en más de cincuenta años, muchos inmigrantes que ocupan puestos en la economía informal lo han tenido mucho más difícil a la hora de reintegrarse al mercado laboral.

Desde el inicio de la pandemia, alrededor de 74.7 millones de personas han perdido su trabajo, y la mayoría de los empleos se perdieron en sectores que pagan salarios inferiores al promedio. Muchas de esas personas se están quedando sin dinero y sin ahorros. Y las deudas se acumulan.

A cientos de miles en este país se les hace muy difícil poder afrontar los gastos de alimentación, especialmente con la inflación que ha crecido a un ritmo récord. Con la gasolina más costosa, los productos y la comida del supermercado son más caros. Así las cosas, las perspectivas son complicadas, no queda más remedio que apretarse el cinturón.

En estas condiciones, los bancos de alimentos se han convertido en el termómetro perfecto para comprobar cuál es la situación real de la población más necesitada y vulnerable. Estos establecimientos, en los que se reparte comida, se solían establecer una o dos veces al año, pero las autoridades se han percatado de que, con los efectos de la pandemia, y en época de fiestas de fin de año, una gran parte de la población sigue requiriendo de esta valiosa ayuda.

La Oficina del Censo, sin embargo, alerta de los serios problemas a los que se están enfrentando las familias más vulnerables del país. Un informe de la organización internacional Human Rights Watch registra que entre los hogares que tienen ingresos inferiores a los 35,000 dólares, el 47% de los adultos informan que están atrasados con los pagos de la vivienda; mientras que el 25% manifiesta tener dificultades para obtener alimentos; y un 32% dijo sentirse deprimido por su situación económica.

Para todas estas personas, los bancos de alimentos son un pequeño oasis, un lugar en el que pueden conseguir alimentos para compartirlos con sus familias o seres queridos en estos días de celebración.

EL DATO

Millones de personas en este país enfrentan una situación de pobreza y hambre que podría prevenirse. La Administración Biden al frente, ha implementado varias políticas de ayuda para los más necesitados en el país, además de sentar las bases para la reactivación económica.