El retraso burocrático sin precedentes de cientos de miles de solicitudes de permisos de trabajo, que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) admitió, está provocando que los solicitantes se vean imposibilitados para trabajar mientras se definen tanto solicitudes iniciales como las renovaciones. El problema se extiende a las empresas del país, que han pasado meses complicados por la escasez de trabajadores.

Los permisos de trabajo suelen tener una vigencia de dos años, por lo que se puede solicitar una renovación antes de que se termine ese tiempo y recibir una extensión automática de 180 días. Sin embargo, el procedimiento no se ha concretado en ese plazo.

La pandemia es la principal causa de los retrasos que ha experimentado USCIS pero es oportuno recordar que la Administración Trump hizo los trámites más caros y complicados. Para solucionar el problema, la Administración Biden está pagando horas-extra y buscando más personal que ayude con el procesamiento de solicitudes en el USCIS.