Lo que para una persona puede ser basura, para otra puede ser material disponible para crear y desarrollar su imaginación. El Austin Creative Reuse (ACR) es una organización y centro minorista sin fines de lucro que desde el 2009 se encarga de recopilar, distribuir y vender materiales reutilizables –en buenas condiciones– donados por negocios, industrias y por la comunidad del Centro de Texas, evitando que terminen en los vertederos de basura.

“Educamos a la comunidad sobre cómo reducir, reutilizar y crear de manera responsable y divertida con productos desechados. Ofrecemos instrucciones y tenemos una área dedicada a crear ideas de diseño y arte que compartimos en línea y en nuestro centro de reutilización creativa. También organizamos una variedad de eventos, actividades y clases que unen a la comunidad para concientizar respecto del consumo consciente, de la sostenibilidad y del arte. El mes pasado (julio) celebramos haber llegado al millón de libras de material donado que hemos reusado y evitado que terminen en los vertederos”, comenta para El Mundo Newspaper, Jennifer Evans, directora ejecutiva de Austin Creative Reuse.

Algunos materiales que el ACR recibe como donaciones son: artesanías, telas, hilos, tejidos; papel, fotografías de época, revistas anteriores a la década de los setentas; mapas, material de oficina y escolar (sin carpetas); juguetes pequeños (de cuatro pulgadas o menos) de plástico, madera o metal; rompecabezas, piezas de juegos de mesa y naipes; pedrería y joyas; pintura acrílica y artesanal; corchos de vino y champán; rollos de película, diapositivas fotográficas, tiras de película; tijeras, perforadoras; pistolas de pegamento y mucho más.

“Nuestro centro es como cualquier tienda de venta de arte y materiales primos: está dividida en secciones en las que se puede encontrar lo que necesite para diferentes proyectos y manualidades. Tenemos una sección con materiales que ya cumplieron su función pero que pueden ser transformados en algo más. Los compradores deben usar su imaginación y creatividad para darles un nuevo uso a estos materiales”, señala Evans.

El ACR también ofrece clases y talleres de manualidades para todas las edades. “En nuestro nuevo espacio ofrecemos clases de manejo de papel, encuadernación de libros; y dibujo y pintura que están a cargo de nuestros valiosos empleados o de voluntarios de nuestra comunidad. Tenemos clases para todas las edades y a bajo costo. Los precios oscilan entre los $5 y $25, con el material incluido. Actualmente, por la pandemia, las clases tienen un cupo limitado de doce personas y los asistentes deben usar mascarilla. Si desea conocer el calendario con las próximas clases disponibles les invito a visitar www.austincreativereuse.org/events”, dice Evans.

Actualmente, las clases son impartidas solo en inglés, pero el ACR está buscando personas bilingües para ofrecer clases en español. Si desea donar su tiempo, visite www.austincreativereuse.org/get-involved/volunteer.

Si desea más información respecto del Austin Creative Reuse visite www.austincreativereuse.org ó comuníquese al (512) 375-3041. El centro minorista está ubicado en el 2005 Wheless Lane en Austin (TX 78723). Su horario de atención es de miércoles a viernes, de 10am. a 8pm.; los sábados, de 11am. a 8pm.; y los domingos, de 12pm. a 6pm.

“Nuestro objetivo es que la comunidad consuma conscientemente y elija la reutilización como primera opción a la hora de buscar materiales para proyectos. Alentamos a los educadores, a los maestros, a los directores y a los padres de familia que enseñan a sus hijos en casa a que vengan a nuestro centro y compren material: tenemos muy buenos precios para ellos pues sabemos que tienen un presupuesto limitado”, concluye Jennifer Evans.

EL DATO

Durante los últimos treinta años, más de veinticinco centros de reutilización creativa han prosperado en el país. Muchas de estas organizaciones aseguran que hasta sesenta mil libras de material reusable fue desviado de los vertederos de basura cada año.

DEBE SABERLO

El ACR renta espacios a particulares que deseen impartir talleres, clases o celebrar reuniones; también a grupos comunitarios que buscan un espacio asequible, incluyendo el acceso opcional a herramientas, material creativo e incluso a personal de apoyo.