La Administración Biden dispuso que los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) se abstengan de detener y deportar a inmigrantes víctimas de delitos, salvo circunstancias extraordinarias. Este cambio de política puede alentar a los inmigrantes que viven en este país sin permiso legal a comunicarse con la policía y ayudar a las autoridades en las investigaciones de diversos crímenes.

ICE arresta y detiene a inmigrantes indocumentados, personas que cruzaron recientemente la frontera, solicitantes de asilo, titulares de tarjetas verdes y visas que son condenados por ciertos delitos y a otros no-ciudadanos a quienes el Gobierno Federal busca deportar debido a violaciones de las leyes de inmigración.

En adelante, los agentes del ICE usarán su discreción y criterio en los casos que involucran a inmigrantes a quienes se les ha otorgado –o están solicitando– un beneficio de inmigración diseñado para proteger a las víctimas de delitos como la trata y el abuso doméstico. Los oficiales también deben considerar no arrestar o deportar a inmigrantes que sean víctimas de delitos, incluso si no tienen una solicitud de inmigración pendiente.