Los desafíos de la educación a distancia
Tania Del Ángel Pich | 9/17/2020, midnight
Desde el 8 de septiembre, el Distrito Escolar Independiente de Austin (AISD) comenzó un nuevo ciclo escolar con clases a distancia que durarán cuatro semanas. Muchas otras escuelas del área llevan semanas impartiendo clases virtuales mientras que otras se preparan para dar la bienvenida a un porcentaje reducido de estudiantes en clases presenciales.
Esta nueva forma de enseñanza (virtual) es todo un reto para la mayoría de los padres de familia, especialmente para aquellos que trabajan a tiempo completo, tienen más de un empleo, tienen hijos pequeños o hijos con alguna discapacidad.
Para Lupita González ha sido un proceso difícil instruir a su hija Viola (9), que cursa el cuarto grado y es parte de un programa de educación especial del AISD ya que padece de parálisis cerebral, epilepsia, diabetes insípida, un problema crónico en sus pulmones y lleva consigo una sonda gastrointestinal y jejunal.
“Ha sido difícil porque tanto los papás como los maestros estamos aprendiendo este nuevo método de enseñanza. Dejé de trabajar en marzo para dedicarme a mi hija. Para apoyarla debo concentrarme mucho porque algunos sitios Web me parecen complicados. Lo bueno es que a ella le gusta trabajar, aunque a veces se desespera si una lección toma mucho tiempo. Y una vez que terminamos los deberes de la escuela pasamos a las terapias en las tardes”, explica González y agrega: “Aunque los días sean grises, Viola tiene siempre una sonrisa en su rostro y eso es lo que me da la fuerza para levantarme y seguir luchando por integrarla a la comunidad y por hacer valer sus derechos”.
Debido a que Viola está en el grupo de alto riesgo de contagio de COVID-19, Lupita asegura que no enviará a su hija a la escuela por el resto del ciclo escolar aunque las autoridades dispongan el regreso de los estudiantes a las aulas. “Su doctor me recomendó no hacerlo. Mi hija califica para un servicio conocido como ‘homebound’, especial para los niños que tienen problemas médicos que ponen en riesgo su vida si regresan a las clases presenciales. Una instructora vendrá a la casa cuatro horas por semana para apoyarnos con el aprendizaje”, asegura González.
Así como Lupita, otras madres y padres de familia enfrentan dificultades al educar a sus hijos durante esta pandemia. María Luisa Bautista, abuela de dos gemelas con autismo, conoce de cerca los desafíos de la educación especial. Hace dos años creó el grupo ‘Cuidándote’ en Facebook como una red de apoyo para las familias con retos similares. “Comenzamos con solo cuatro familias y actualmente hemos crecido a más de ciento sesenta familias que tienen hijos con alguna discapacidad. Uno de los principales motivos que tuve al crear este grupo fue compartir los recursos disponibles que muchas familias no sabían que existían. También se trata de apoyarnos entre padres. Antes de la pandemia nos reuníamos una vez al mes para distraernos un poco y salir de la rutina que tenemos con nuestros niños”, concluye Bautista.
DEBE SABERLO
De acuerdo al AISD, en el 2019 registraron 12.1% de estudiantes matriculados en educación especial.
EL DATO
El grupo Cuidándote en Facebook es privado. Para unirse debe ser padre, madre o familiar de un menor con alguna discapacidad.