La NFL no dudó nunca que inauguraría a tiempo su nueva temporada. Durante meses se apegó a sus planes, incluso en momentos en que la pandemia alteraba el panorama de los demás deportes en todos los niveles.

Para el 10 de septiembre estaba programado el partido inaugural entre Kansas City Chiefs y Houston Texans (posiblemente con afición en las gradas). Sin embargo, los desafíos fuera del terreno de juego podrían ser mayores que los del ámbito deportivo.

Sesenta y siete jugadores de la NFL prefirieron abstenerse de participar en la campaña 2020/2021. Para ellos, la decisión de jugar un deporte de contacto es temeraria. Lo contrario piensan la mayoría de los jugadores, entrenadores, ejecutivos y propietarios que prefirieron ‘apegarse al libreto’ de seguir con las actividades, incluso con el riesgo que conlleva la posibilidad de contagiarse de la peste.

La NFL asegura haber hecho todo lo que pudo para lograr un ambiente seguro en los juegos, incluido evitar la presencia de público. Sin embargo, algunos clubes prevén abrir sus puertas a los espectadores. Los Miami Dolphins, por ejemplo, han anunciado sus planes de recibir a unos trece mil fanáticos el 20 de septiembre. La directiva de la NFL tiene la última palabra respecto de si un equipo puede recibir público en sus estadios o no.

Son seis los equipos favoritos para llegar a las últimas instancias del torneo: New Orleans, Kansas City, San Francisco, Buffalo, Baltimore y Seattle. Todos avanzaron a los playoffs del año pasado (2019), realizaron pocos cambios significativos este año y lucen en buena forma.