STREAMING: Las ‘maratones’ son peligrosas


Angela M. Angulo | 10/22/2020, midnight
STREAMING: Las ‘maratones’ son peligrosas
CIRCULO VICIOSO. Engancharse a una serie de streaming y no parar hasta terminar de ver todas las temporadas tiene consecuencias en la salud de la persona. |

La transmisión continua en un dispositivo electrónico conectado a Internet, o streaming, es rápida, cómoda y conveniente. Sin embargo, dedicar todo nuestro tiempo libre disponible a ver temporadas completas de nuestras series preferidas es un círculo vicioso que puede convertirse en una peligrosa dependencia.

La sujeción a una serie de streaming es necesaria para que las compañías que las emiten facturen varias centenas de millones de dólares. Este tipo de plataformas emplean mecanismos parecidos a los que usan las redes sociales con el mismo objetivo: atrapar al usuario y monopolizar su atención.

Para lograr el engrosamiento de las legiones de adeptos es necesario tener un catálogo variado. Ahí entran en acción los algoritmos. Las plataformas de streaming han desarrollado mecanismos que personalizan el contenido de las sugerencias o recomendaciones que se muestran el espectador, de manera que éste mantiene el interés y renueva su suscripción, el gran objetivo de las compañías.

¿Importa que el contenido de los catálogos sea bueno? No, no se trata de calidad, que sí tienen los catálogos de las grandes compañías de streaming: se trata de eficiencia, ahí está el éxito. Si en la televisión lo importante es el rating, las compañías de streaming ganan con la cantidad de horas de consumo. Si una serie registra una tendencia ascendente en las horas de consumo, es viable; sino, es cancelada. Todos los usuarios de streaming estamos catalogados; todos navegamos en un mar de algoritmos que se amplía con cada elección que hagamos en el catálogo. El apego al contenido es planificado.

Si en el apogeo de la televisión los expertos en la salud mental advertían sobre los riesgos de consumirla por horas, el streaming ha multiplicado las exhortaciones dada la facilidad de acceso a los contenidos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que este tipo de entretenimiento –junto con el uso de videojuegos– ocupa más tiempo del ideal en nuestra cotidianidad y sugiere que este pasatiempo no derive en el aislamiento de la persona, para lo cual el consumo debe dosificarse.

‘Pegarse’ al streaming no es considerado una adicción aún. Podría ser considerada así si se da un notorio deterioro en las relaciones personales, familiares, sociales o educativas. Está en nosotros que no sea así.

EL DATO

El 25% de la televisión que se ve en este país es streaming.

DEBE SABERLO

Las preferencias de los usuarios del streaming en este país se dividen así: Netflix, en primer lugar, con 192.9 millones de suscriptores; le sigue Amazon Prime, con 150 millones; Disney+, con 60.5 millones; Hulu, con 35.5 millones y HBO Max, con 26.6 millones.

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