La Administración Trump anunció que los solicitantes de asilo perderán la posibilidad de que se les conceda esa protección migratoria en caso de ser condenados por conducir en estado de ebriedad o por delitos relacionados con pandillas. La regla, que estará vigente desde el 20 de noviembre, es la más reciente en una serie de medidas para dificultar la obtención de asilo en este país.

Esta medida no tendrá un impacto inmediato debido a una prohibición temporal relacionada con la pandemia emitida en marzo pasado, que señala que las personas que ingresen ilegalmente al país sean expulsadas de inmediato por motivos de salud pública.

A pesar de que el asilo se niega desde hace buen tiempo a las personas condenadas por ‘delitos particularmente graves’, la nueva regla añade una larga serie de delitos como factor de descalificación: violencia doméstica; agresión física; reingreso ilegal al país; robo de identidad, fraude en prestaciones públicas; tráfico de inmigrantes y conducir bajo los efectos de alcohol o de las drogas. Las reglas también negarían el asilo a personas condenadas por crímenes que un juez sepa o tenga motivos para creer que fueron cometidos a fin de apoyar a una pandilla callejera.

El presidente Trump se ha referido al asilo como una ‘estafa’ y ha implementado diversas políticas en su contra desde que Estados Unidos se convirtió en el país con mayor número de solicitantes de esa protección migratoria en 2017. Es oportuno recordar que el asilo es para personas que huyen de su país por persecución racial o religiosa, por creencias políticas o pertenencia a un grupo social. No es para aquellos que migran por motivos económicos.