Mensaje engañoso El COVID-19 es más letal que la influenza, a pesar de que Donald Trump afirme lo contrario
Agencias / Cortesía | 10/8/2020, midnight
Según los expertos en salud pública, el millón de decesos por COVID-19 a nivel mundial es una de las razones para preocuparse y para tomar medidas a diario para evitar el contagio de la peste, aunque el presidente Trump –que sigue recuperándose de la enfermedad– diga lo contrario.
“No dejen que los domine. No le tengan miedo. Van a superarlo”, dijo el presidente Donald Trump en un video publicado en la Casa Blanca tras salir del hospital militar Walter Reed en el que fue tratado en tiempo récord. Sin embargo, la realidad le desmiente: sólo en Estados Unidos, más de 210,000 personas no pudieron superarlo.
El promedio de casos nuevos por cada siete días en este país aumentó en las últimas dos semanas a casi 42,000 infecciones diarias. La Nación también registra más de 700 decesos por COVID-19 al día.
El COVID-19 también es más letal que la influenza, a pesar de que Trump afirme lo contrario. La influenza ha provocado la muerte de entre 12,000 y 61,000 estadounidenses al año desde el 2010, de acuerdo con estimados de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Es cierto que la mayoría de las personas que contraen COVID-19 desarrollan síntomas leves, pero los expertos no pueden predecir qué paciente desarrollarán síntomas severos o mortales. Y sólo un pequeño porcentaje de los estadounidenses se han contagiado de coronavirus, lo que significa que aún queda una gran parte de la población en riesgo de contraerlo.
Es cierto –como Trump dijo– que se han encontrado medicamentos para tratar el coronavirus, reduciendo las probabilidades de desarrollar síntomas graves o fallecer a causa de la enfermedad, pero todavía no hay cura para esa plaga, así como tampoco hay una fecha definitiva para que una vacuna efectiva esté disponible al público en general.
Otro motivo de preocupación es la incertidumbre sobre qué pacientes desarrollarán complicaciones duraderas que afecten sus pulmones, el corazón, los riñones y otros órganos. Si bien eso es más común en los casos graves, se han registrado síntomas persistentes que duran varios meses incluso en aquellos pacientes con casos más leves. La fatiga es uno de los síntomas más comunes.
EL DATO
Tomar medidas de precaución a diario, como portar mascarillas y mantener el distanciamiento social
para frenar la propagación de la enfermedad, no significan que el coronavirus ‘domine’ la vida de la gente, son medidas necesarias para el contagio.