Denuncia desnuda delirio presidencial
Agencias / Cortesía | 10/1/2020, midnight
Uno de los medios de comunicación más leídos en este país, el New York Times (NYT), denunció que el presidente Donald Trump evadió impuestos durante dos décadas o, si se quiere tener interpretar de otra manera, apenas pagó un pequeño porcentaje de los mismos. El periodo investigado abarca desde 1995 hasta el año pasado (2019) y sus datos solo refieren al impuesto IRPF federal. En años anteriores, el mismo medio de comunicación ya había alertado que existían indicios de que Trump no había pagado nada al IRS entre 1995 y 2015.
El diario también informa de una disputa entre Donald Trump y el IRS que, en el caso de que sea resuelta en su contra, le costaría una multa de 100 millones de dólares; además, en los próximos cuatro años deberá hacer frente al pago de 300 millones de dólares en créditos de los que él es responsable personalmente.
Estas son algunas de las revelaciones más importantes y sorprendentes del análisis de las declaraciones de impuestos de Donald Trump entre 2000 y 2017, así como documentos de otros años publicadas por el diario neoyorquino:
– Trump pagó cero dólares en impuestos federales en once de los dieciocho años examinados; y en 2016 y 2017 pagó solo 750 dólares.
– Trump recibió una devolución de 72.9 millones de dólares por los impuestos pagados entre 2005 y 2007, tras acogerse en 2010 a una medida creada por la crisis del 2008 que le permitió recuperar el dinero pagado al fisco precisamente durante los años que más declaró. El IRS tiene abierta una auditoría sobre ese monto que podría tener que devolver con intereses y penalizaciones.
– Trump evitó pagar impuestos trasladando pérdidas de otros años, especialmente de las incurridas entre 1985 y 1994, que lo convirtieron en uno de los mayores declarantes de pérdidas personales de todo el país.
– Trump ganó más de 427 millones de dólares entre 2004 y 2018 a través de la cesión de su nombre a proyectos inmobiliarios (o de otra índole).
– Trump tiene deudas personales por valor de 421 millones de dólares, cuyos pagos tendrá que afrontar en los próximos cuatro años y que lo ponen en riesgo de insolvencia durante su segundo mandato (si resulta reelegido).
– Trump reducía su base imponible añadiendo gastos de 70,000 dólares en cuidado del cabello y 100,000 dólares en una estilista y maquilladora, además de los gastos de su helicóptero.
– Trump utiliza la declaración de ‘conservación de espacios naturales’ en un campo de golf, así como en la gigantesca mansión de Seven Spring (norte de New York), que además declara como inversión, no como vivienda, con lo que ahorra en pago de impuestos, pese a que su hijo Eric declaró que la utiliza como ‘base de operaciones’.
– Trump habría pagado a su hija Ivanka 747,622 dólares por trabajar como consultora (otro coste que puede deducirse), según cifras que coinciden en la declaración de gastos del presidente y la de ingresos de su hija, que era empleada de la Organización Trump (con lo que su contratación podría ser fraudulenta).
– Trump habría recibido más dinero de extranjeros y grupos de intereses a través de sus negocios hoteleros y campos de golf de lo que se sabía hasta la fecha. Esto eleva las dudas sobre si Trump favorece un quid pro quo tácito con sus benefactores.
EL DATO
Gran parte de sus ingresos por negocios en el extranjero, la mayoría por ceder su nombre a propiedades, llevaban vinculados altos gastos en consultoría, con lo
que Trump reducía el beneficio y por ende el monto imponible según las leyes tributarias.
DEBE SABERLO
El Hotel Trump (Washington DC), el resort de Doral (Miami) o Mar-a-Lago (Palm Beach), son un sumidero de pérdidas. La propiedad más rentable del presidente, la Trump Tower (Manhattan), podría dejar de aportar liquidez por el impacto de la pandemia, además de obligarle a pagar una hipoteca de 100 millones de dólares antes del 2022.