La derrota de Donald Trump en las elecciones del pasado 3 de noviembre abre una nueva etapa en su vida, marcada por una deuda millonaria y causas judiciales pendientes, que podrían dar un giro en contra cuando pierda la inmunidad que, hasta ahora, le otorga ser presidente.

Durante su mandato, el republicano solo ha enfrentado el proceso de destitución en el Congreso de la Unión, del que salió airoso a principios de año gracias a los votos de sus compañeros de partido en el Senado. Pero su eventual derrota en las urnas cambiaría el escenario. Estos son algunos de los frentes que encara Donald Trump:

La injerencia rusa en las elecciones del 2016 ocupó titulares y centró la atención del país desde que Trump tomó posesión. Tras años de investigación, el fiscal especial Robert Mueller afirmó ante el Congreso que ‘no’ exoneraba al presidente de ningún delito de obstrucción a la justicia y que podría ser enjuiciado cuando abandone la Casa Blanca.

Violar las leyes de financiación electoral fue uno de los primeros escándalos que salpicaron su presidencia: el pago de 130,000 dólares a la actriz de películas para adultos Stormy Daniels, amante de Trump, para que no hablara sobre el romance de ambos durante la campaña electoral del 2016 podría retomarse.

Fraude bancario es una de las investigaciones que sigue en curso y que más preocupa a Trump. La Fiscalía del Estado de Nueva York lleva tiempo recopilando datos de sus declaraciones de impuestos y transacciones bancarias, que podrían ser ‘potencialmente inadecuadas’. Los investigadores sospechan que tanto Trump como sus empresas habrían cometido fraude bancario al ocultar el verdadero estado de sus negocios para solicitar créditos y seguros. De hecho, hay entidades bancarias que no trabajaban con él por ese motivo. Trump ha intentado parar el proceso en los tribunales sin éxito, ya que un hipotético perdón presidencial solo se aplicaría a casos federales y no le eximiría de este supuesto delito.

Desde hace una década, Donald Trump también tiene pendiente una intensa disputa con el Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS), que ha cuestionado la legitimidad de un reembolso de 72.9 millones de dólares que Trump reclamó y recibió de esa agencia federal después de haber declarado enormes pérdidas. Supuestamente, Trump tampoco ha pagado ningún tipo de impuesto por ingresos en diez de los últimos quince años por declarar pérdidas; y en 2016 tan solo pagó 750 dólares en impuestos federales.

Haber perdido la presidencia sería el inicio de una retahíla de procesos judiciales que podrían, en el peor de los casos, conducirlo a la cárcel.

EL DATO

Según el diario The New York Times, Donald Trump es personalmente responsable de una deuda de 300 millones de dólares que vence en los próximos cuatro años. Si a esa cantidad se suman los débitos asumidos por sus negocios, ascendería a los 900 millones.