Aluvión de respiradores
5/14/2020, midnight
A medida que llegaban se incrementaban los pedidos de respiradores a la reserva nacional en marzo pasado, el presidente Donald Trump hizo una afirmación audaz: su Administración tendría cien mil de esos artefactos esenciales en cien días. Hasta ese momento, el Departamento de Salud y Servicios Humanos no había ordenado ningún respirador nuevo desde el comienzo de la crisis del COVID-19 en enero.
Sin embargo, documentos oficiales demuestran que, durante las siguientes tres semanas, esa agencia federal se apresuró en cumplir con la promesa presidencial, gastando casi 3,000 millones de dólares para que los fabricantes estadounidenses aceleren la producción de las máquinas a un ritmo sin precedentes.
Un análisis de los datos de contratación federal realizado por la agencia de noticias Associated Press (AP) mostró que el Departamento de Salud superará los cien mil nuevos ventiladores para el 13 de julio, casi una semana después de la fecha límite de cien días que Trump dio el 27 de marzo. Para fines del 2020, se espera que la Administración reciba unos doscientos mil nuevos respiradores, de acuerdo con la revisión que hizo la AP de los contratos federales de compra. Antes de la pandemia, los hospitales estadounidenses tenían 160,000 ventiladores.
Durante abril pasado, la demanda de ventiladores ha disminuido. Muchos médicos los están usando como último recurso después de observar tasas de mortalidad inusualmente altas entre los que recibieron las máquinas. Esto plantea la posibilidad de que Estados Unidos se inunde de ventiladores, tanto que la Casa Blanca ahora planea enviar miles al extranjero, donde las necesidades son mayores.
EL DATO
México, Rusia, Italia, Francia, España y Nigeria recibirían la producción excedente de respiradores artificiales.