Quedémonos en casa


Angela M. Angulo | 3/26/2020, midnight
Quedémonos en  casa
Quedémonos en casa |

La pandemia nos sorprendió a todos. Peor aún, la súbita gravedad de la plaga provocó que haya quien dude de la situación, una reacción común en todo el mundo a pesar de las evidencias que llegan desde Italia y España. La amenaza del COVID-19 es real.

Tenemos razones para preocuparnos, pero es más importante no ceder al pánico que desencadena situaciones irracionales como el consumo desenfrenado y, en los peores casos, con la ruptura del orden social (saqueos), perjudicando a niños, personas con habilidades distintas, mujeres embarazadas y ancianos. No se trata de una enfermedad incurable si se detecta a tiempo y su contagio se puede evitar si permanecemos aislados en nuestros hogares. He ahí la importancia de quedarse en casa.

Muchos sentiremos el duro impacto de esta crisis de salud hasta que sea contenida. El golpe lo recibiremos en nuestras finanzas. Pero para que la solución llegue rápido y sea efectiva, serán necesarias decisiones drásticas y sacrificio: en ese sentido, lo ‘peor que puede pasar’ es que seamos obligados a quedarnos en casa y a no salir de ella desde determinada hora. Esa situación no debería representar un sacrificio para nadie, por el contrario, que sea una oportunidad para afianzar los lazos de amor en nuestras familias y entre nuestros seres queridos.

La Humanidad ha superado otras pandemias, otras catástrofes, pruebas peores, y las hemos superado con éxito porque aquí estamos. Y aquí seguiremos. Si asumimos el compromiso juntos, juntos saldremos bien librados y sin decesos que lamentar, aunque será inevitable que perdamos vecinos de la comunidad. Si alguna vez quisiste hacer la diferencia, esta es tu oportunidad. Puedes hacer historia asumiendo con responsabilidad las disposiciones de las autoridades.

Que Dios nos bendiga a todos.

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