Pandemia golpea duro a estadounidenses pobres
Agencias / Cortesía | 3/19/2020, midnight
En este país, donde GoFundMe (web de petición de donaciones) es utilizado como proveedor de cobertura sanitaria y donde una simple visita médica por un catarro supone para muchos el desembolso de un mínimo de cien dólares pese a estar asegurado, la llegada del coronavirus supone una prueba de fuego que puede estallar en las manos de las autoridades en cualquier momento.
Pese a contar con algunos de los mejores hospitales, universidades y laboratorios del mundo, el sistema de salud estadounidense sirve a sus ciudadanos de manera desigual y sus a menudo exorbitantes precios (entre 2,500 y 3,000 dólares por noche de hospital) podrían estar fomentando el contagio sin detección.
En medio de la propagación del coronavirus, muchos estadounidenses no pueden seguir los consejos de los expertos: quedarse en casa y no ir al trabajo apenas muestren síntomas no es una opción para muchos, porque no tienen suficientes licencias por enfermedad, o simplemente no tienen ninguna y no pueden darse el lujo de perderse una paga.
La licencia remunerada por enfermedad está entre las políticas laborales que han dividido a Demócratas y Republicanos durante años. Los liberales dicen que esta medida debería ser obligatoria, mientras que los conservadores argumentan que impone una carga excesiva a los empleadores.
La emergencia sanitaria provocó que la Cámara de Representantes apruebe un paquete de medidas para frenar el impacto del coronavirus en el país. El texto incluye la detección gratuita para cualquier persona que necesite someterse a una prueba, incluidas las que no tienen seguro médico, así como una baja por enfermedad de urgencia con dos semanas de baja y hasta tres meses por razones familiares o médicas. También facilita el acceso al seguro por desempleo, así como a los bonos alimentarios, en particular para los niños que no pueden ir a la escuela para evitar la propagación.
El Senado de la Unión debe examinar y aprobar esta medida antes de ser enviada al presidente Trump para que la promulgue.
La gran pregunta es si estas medidas podrían hacerse permanentes. La coincidencia de la pandemia con la campaña electoral, en la que se debaten temas clave como las deficiencias de la red de Seguridad Social y el sistema de salud, hacen de este un momento especialmente oportuno para abordar estos desafíos de larga data y mal abordados.
Los estragos provocados por la pandemia a nivel mundial y la posibilidad de que se repita en el futuro una situación como esta, podrían ser un punto de inflexión a favor de la ciudadanía. Sin embargo, la polarización política hace que sea muy difícil ampliar estos beneficios a más trabajadores una vez que la pandemia haya pasado.
Mientras tanto, los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) han instado a las compañías a tener políticas flexibles de licencia y a alentar activamente a los empleados enfermos a quedarse en sus hogares.
REALIDAD
En este país los empleadores no tienen que garantizar la baja por enfermedad pagada, por lo que muchos empleados siguen acudiendo al trabajo enfermos o se arriesgan a perder su trabajo o a no recibir ingresos.
CIFRAS
El número de personas sin seguro médico en este país ronda los 27 millones (algo más del 8% de la población), mientras que 44 millones más tienen seguros que apenas cubren costes importantes, según estimaciones del centro de estudios Commonwealth Fund.
DEBE SABERLO
Los empleados acomodados disfrutan de beneficios sustanciales, pero no son inmunes a la contaminación de los trabajadores de las cafeterías y del personal de limpieza.
EL DATO
Alrededor del 73% de los trabajadores del sector privado se benefician de la licencia por enfermedad, según datos de marzo del 2019 del Departamento de Trabajo. Esta tasa se reduce al 43% para las personas que trabajan a tiempo parcial, particularmente las que trabajan en restaurantes y hoteles.