La colección de muestras genéticas de inmigrantes indocumentados, ordenada por la Administración Trump es “una escalada sin precedentes en la vigilancia de la población por parte del Estado”, afirmó Jorge Loweree, director del American Immigration Council.

El Gobierno Federal confirmó la norma para recolectar y almacenar muestras de ácido desoxirribonucleico (ADN) de los indocumentados, una polémica medida que ya está vigente en la frontera sur a través de un programa piloto y que entrará formalmente en vigor en abril.

Las muestras de ADN se realizarán para propósitos de almacenamiento en la base de datos del FBI. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), del que dependen las agencias migratorias, no lo usará para otros fines. Sin embargo, las agencias policiales y laboratorios forenses locales, estatales y federales tendrán acceso al banco nacional de datos del FBI, conocido como Sistema Combinado de Catálogo de ADN.

La norma emitida por el Departamento de Justicia indica asimismo que la recolección de material genético se hace bajo la amenaza de procesamiento: si un individuo detenido se rehúsa a proveer la muestra, puede ser procesado.

EL DATO

Cientos de miles de personas que jamás ha cometido un crimen quedarán fichados, y los datos se pasarán a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), donde quedarán para siempre. Los indocumentados que rechacen el muestreo serán procesados de inmediato para ser deportados.