Protestas son trampas para los indocumentados
Agencias / Cortesía | 6/18/2020, midnight
En todo el país, los inmigrantes latinos expresan su solidaridad con las acciones del movimiento civil que despertó el asesinato de George Floyd en Minneapolis (Minnesota). Muchos latinos sienten la necesidad de manifestarse, con frecuencia bajo el argumento de que existe una relación directa (de fondo y forma) con la lucha de los afroestadounidenses ante el racismo y vigilancia policial punitiva.
Este sentido de fraternidad no es solo de los individuos: las mismas organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes indocumentados también apoyan al movimiento ‘Black Lives Matter’, engrosando las manifestaciones y haciendo más poderosa la queja multitudinaria.
Y aunque las demandas públicas son legítimas y justas, hay dos factores que amenazan a los manifestantes indocumentados: la presencia de agentes del ICE en esas protestas y la perenne relación de esa agencia migratoria con la policial local y sus cárceles. Si un indocumentado es capturado por la policía, su vida cambiará drásticamente.
Los agentes migratorios enviados a las recientes protestas de ‘Black Lives Matter’, incluyendo a los de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), han guardado silencio sobre lo que hacen y en dónde, alegando que hablar ‘podría poner en peligro la seguridad operativa’ y asegurando que no están en las protestas para aplicar leyes inmigratorias.
“Este despliegue es para apoyar las tareas de nuestros socios federales, locales y estatales, no para realizar la misión de control migratorio de la CBP. Se trata de la preservación de la vida y la seguridad pública. Actualmente tenemos recursos desplegados en varios Estados que cumplen papeles de apoyo operacional a petición de otras agencias del orden”, dice un extracto de un comunicado enviado por la CBP la semana pasada.
Muchas organizaciones proinmigrantes no confían en la CBP ni en el ICE, por eso recomiendan a las indocumentados que desean manifestarse que estén alertas a su entorno. Los inmigrantes, particularmente los latinos, ya hemos sido blanco específico de la acción policial (en colaboración con las agencias migratorias) en protestas previas.
Durante los disturbios de 1992 en Los Ángeles (California), después de que absolvieran a los agentes que golpearon a Rodney King, agencias migratorias federales, incluido el ya extinto Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) y la Patrulla Fronteriza, fueron enviados para ayudar a la policía.
Los agentes migratorios aprovecharon la trifulca y el caos para detener a la mayor cantidad de latinos posible, para luego retener a los que no tenían los documentos necesarios para probar su estancia legal en este país. La policía de Los Ángeles colaboró activamente en ese esfuerzo. Pasadas las protestas fueron deportados del país decenas de padres de familia y hasta mujeres embarazadas que no estuvieron involucradas en esas manifestaciones.
El riesgo es grande para quienes no tienen ‘papeles’ y desean protestar. Pero si deciden salir a las calles, los colectivos proinmigrantes establecidos en los Estados con más presencia de indocumentados recomiendan a las personas escribir en sus brazos el número telefónico de su abogado y cancelar la identificación facial o digital en sus teléfonos móviles.
EL DATO
La militarización de la frontera y la militarización de las fuerzas policiales están vinculadas, en ambos casos, los agentes efectúan las mismas acciones agresivas contra civiles desarmados.