En este país, casi dos millones de personas tienen COVID-19 y poco más de 112,000 han sido víctimas de un virus que no ha sido controlado y está lejos de serlo. Otro daño provocado por la pandemia es que alrededor de 40 millones de personas perdieron su trabajo, y la economía nacional está en caída libre: las autoridades federales confirmaron que Estados Unidos está en recesión desde febrero. Además, de costa a costa, las ciudades arden, las protestas se desatan y el caos se dispara en una inmensa oleada de dolor y rabia provocada por la violencia policial que parece intensificarse día a día. Desde la guerra de Vietnam, el país no ha sufrido tanto malestar ni ha enfrentado tantas crisis graves a la vez.