El asesinato de George Floyd (46) en Minneapolis (Minnesota) el 25 de mayo pasado, a manos del policía Derek Chauvin, desencadenó la indignación nacional en intensas y continúas protestas en las ciudades más grandes del país, especialmente en aquellas donde los departamentos de policía tienen denuncias de violencia previas a estas manifestaciones.

Esta justa exteriorización de la irritación ciudadana estalló en simultáneo con una catarata de desinformación y de teorías conspirativas en las redes sociales, generando más desconfianza y división en el país.

La proliferación de rumores en las diferentes plataformas sociales, publicadas con el objetivo de atizar la violencia ciudadana, incrementaron la brecha entre quienes respaldan las protestas y sus opositores, e inflamó el encuentro entre manifestantes y las fuerzas de seguridad (fuertemente cuestionadas tras la circulación de videos que registran el uso innecesario de la fuerza en ciudadanos desarmados).

La mayoría de las afirmaciones falsas que se observan en las redes sociales buscan deslegitimar a los manifestantes porque inventar, descontextualizar o exagerar los incidentes violentos en medio de unas protestas mayoritariamente pacíficas hace posible que un gobierno (federal, estatal o local) justifique el uso de una fuerza mayor en su contra.

Fotos y videos sacados de contexto se han compartido miles de veces en estos días. La semana pasada, un video que se hizo viral mostraba a varios policías blancos arrestando a un hombre afroamericano. Según los usuarios que compartieron las imágenes en sus redes, los agentes detuvieron al hombre basándose en el color de su piel, pero lo soltaron al descubrir (‘humillados’) que se trataba de un agente del FBI. La agencia federal y el intervenido desmintieron que el arresto se haya dado por causas raciales. El video es del 2019.

El recurso de tomar imágenes antiguas y presentarlas como ‘actuales’ registró un récord de cinismo la semana pasada. Una grabación compartida en las redes sociales denunciaba que los manifestantes robaron un tanque y lo usaron para provocar destrozos en San Diego (California). La realidad es muy distinta: el vehículo militar fue sustraído por Shawn Nelson (35), un ex militar con problemas de adicción, en mayo de 1995.

DEBE SABERLO

El presidente Donald Trump ‘contribuye’ a la polarización de la sociedad estadounidense con ‘tuits’ incendiarios en los que amenaza con tirotear o pide encarcelar por largos periodos de tiempo a los manifestantes que sean detenidos. Twitter tuvo que ocultar un par de publicaciones del mandatario por considerar que ensalzaban la violencia.

EL DATO

La manipulación de las redes sociales provocó lo que los especialistas en el tema consideran un ‘tormenta perfecta’ para que justificar las agresiones en ambas partes: manifestantes y policías.