El presidente Donald Trump anunció que excluirá a los inmigrantes indocumentados del conteo poblacional que, entre otras cosas, define la distribución de los legisladores por Estado ante la Cámara de Representantes del Congreso de la Unión. La decisión se da cuando la Oficina del Censo se encuentra en medio del acopio de datos (que concluirá en octubre próximo) y bajo la justificación de que no se debe dar representación en el Congreso a los extranjeros que ingresen o permanezcan ilegalmente en el país, porque hacerlo crearía incentivos perversos y socavaría nuestro sistema de gobierno.

El anuncio presidencial ha generado rechazo en una parte de la población debido a que, por más de cien años, el Tribunal Supremo ha declarado, cuando se trata del Censo, que la palabra ‘personas’ en la Constitución de este país se refiere a todos, sin importar el estatus migratorio. En este país, el censo determina también el reparto de fondos federales y la representación del Colegio Electoral, el cuerpo de delegados encargado de elegir al presidente.