La lenta recuperación del USCIS
Angela M. Angulo | 7/2/2020, midnight
Hasta febrero de este año, el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) registraba un rezago de 2.3 millones de casos pendientes de resolución. La cifra reflejaba una crisis en el sistema migratorio nacional que perjudicaba a familias de todas las minorías, de estamentos variados (la mayoría vulnerables) y también a las compañías grandes y a los negocios medianos y pequeños en todo el país.
La pandemia llegó para golpear con fuerza la limitada eficiencia de esa agencia federal. Y aunque el pasado 4 de junio el USCIS reabrió sus oficinas principales, la normalidad en su funcionamiento está muy lejos de los días pre-pandemia. La consecuencia directa es que todos los procesos migratorios han sufrido aplazamientos que se suman a la duración normal del trámite.
Muchos de esos trámites eran considerados relativamente sencillos, pero la Administración Trump complicó el proceso de todos los inmigrantes que podían beneficiarse con estos procedimientos y la crisis de salud empeoró todo.
Tras consultar con abogados especializados en el tema migratorio comprobamos que todos los trámites con USCIS se demoran más que antes de la acometida del COVID-19.
La aprobación de un permiso de trabajo tardaba alrededor de dos meses y medio, pero ahora puede superar los seis meses. Los casos de naturalización también han sido afectados. El trámite dura ahora de diez meses en adelante. Y las visas para sobrevivientes de abuso y menores abandonados se demoran ahora entre un año y más. Las tarjetas de residencia, la reunificación familiar y los permisos de viaje son trámites cuyo tiempo de procesamiento, antes de la pandemia, se habían triplicado.
Los más afectados son los inmigrantes que gestionan la llegada a territorio estadounidense de sus familiares más cercanos, no solo por el retraso provocado por la crisis de salud, también por las disposiciones de la Administración Trump que tienen el objetivo de evitar la llegada de personas portadoras del coronavirus. El caso más notable es el de un residente permanente que pide a su cónyuge: la espera para la cita en la embajada, antes de la pandemia, podía tomarse hasta tres años. Todavía no hay datos aproximados sobre cuánto tiempo toma el mismo proceso en la etapa post-pandemia.
Para los inmigrantes que viven en este país la recuperación de la maquinaria migratoria va tomando impulso. Hay tiempo para presentar correctamente los formularios necesarios, realizar pagos y producir las pruebas requeridas por las autoridades migratorias en los plazos establecidos. Dadas las circunstancias, esta es una buena noticia para las personas que hacen algún trámite con el USCIS en territorio estadounidense.
El éxito de su trámite migratorio dependerá mucho de la pericia de su abogado especializado en leyes migratorias. Cada caso es distinto y en cada caso hay detalles que deben observarse con cuidado para lograr el resultado deseado. El inmigrante debe informarse y trasladar todas sus dudas al abogado encargado de su trámite. Fallar en el momento culminante de un trámite migratorio podría retrasar la feliz conclusión de su gestión. Y eso le costaría meses o, en algunos casos, años. He ahí la importancia de elegir bien a su abogado.
DEBE SABERLO
Si usted es residente permanente y desea que su cónyuge emigre legalmente, el proceso es complicado. Las autoridades migratorias pueden descalificar a su pareja por considerarla una potencial ‘carga pública’. Lo mejor es optar por la ciudadanía y luego hacer la petición.
EL DATO
Las numerosas medidas impuestas por la Administración Trump en el trámite de residencias, visas familiares, ciudadanías y otros procesos migratorios, han logrado un retraso sin precedentes en el sistema migratorio nacional que se cuenta por millones de casos retrasados.