Más de treinta gobernadores han accedido a aceptar refugiados en sus Estados, incluidos los Republicanos de Nebraska, Virginia Occidental, Vermont, Tennessee, Ohio, Indiana, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Utah, Massachusetts, Nueva Hampshire, Arizona, Iowa y Oklahoma. Solo los gobernadores de Georgia, Missouri y Texas, Estado que recibió al mayor número de refugiados el año pasado (2019), sopesaban al cierre de esta edición la conveniencia de recibir a refugiados en esos territorios.

Un decreto presidencial emitido en septiembre del año pasado requiere que los gobernadores expresen públicamente, antes del 21 de enero, si aceptarán o no refugiados en sus Estados. Estos inmigrantes no llegarán automáticamente a ninguna entidad, incluso si hay ciudades o condados que los acepten. El presidente Trump señaló que su Administración respetará a las comunidades que consideran que no cuentan con empleos suficientes para recibir refugiados.