El Presidente electo Joe Biden esbozó su plan para hacer frente al impacto de la pandemia durante sus primeros cien días de mandato, una estrategia que se centrará en fomentar el uso de la mascarilla, garantizar la distribución de vacunas y reabrir tantas escuelas como sea posible.

Biden subrayó que no espera poner fin a la pandemia en sus primeros meses al mando del país; sin embargo, recalcó la importancia de usar mascarilla para evitar la propagación del coronavirus e insistió en que firmará un decreto requiriendo el uso obligatorio de la mascarilla donde tenga la potestad de hacerlo de acuerdo con la ley, como en edificios federales o en aviones.

El Presidente electo subrayó que su poder es limitado, por lo que se comprometió a buscar la colaboración de autoridades locales y estatales para que implementen restricciones similares, y pidió al pueblo su cooperación.

La distribución de la vacuna será la segunda prioridad de su estrategia. Biden advirtió que es importante que el Congreso de la Unión actúe urgentemente y apruebe un nuevo paquete de estímulo que, entre otras cosas, permita financiar la inmensa operación logística.

La aprobación de un nuevo paquete de estímulo, según Biden, permitirá también hacer frente al gasto que supone un regreso seguro a las escuelas, una de las principales preocupaciones de la población estadounidense, a pesar de que en las últimas semanas el país registra cifras récord de contagios y muertes provocadas por la peste.

EL DATO

Sin una acción urgente del Congreso de la Unión para dotar de fondos a la distribución y producción de la vacuna contra el COVID-19, existe una posibilidad real de que, tras una primera ronda de vacunaciones, el ritmo de inmunizaciones se ralentice y estanque.