Actualmente, los líderes del Partido Republicano están concentrados en impulsar la reelección del presidente Donald Trump, pero también hacen proyecciones para el corto plazo. Dejando a un lado los discursos, la propaganda y la teatralidad, se pueden ver las primeras maniobras con miras al futuro y a los potenciales candidatos a presidente para el 2024.

Las actividades que impulsarán a los protagonistas de las elecciones ulteriores iniciarán después de los comicios de noviembre, en los que el electorado decidirá si Trump pasa a la Historia como un ‘malentendido que duró solo un término’ o como el fundador de un nuevo Partido Republicano.

Son varios los nombres que la Convención Nacional Republicana puso en la palestra, pero solo seis destacan con posibilidades de liderazgo y atractivo electoral: Mike Pence, Nikki Haley, Tom Cotton, Rick Scott, Mike Pompeo y Donald Trump Jr. La idea es que en el 2024 se repita lo que sucedió en el 2016: que una cantidad de senadores, gobernadores y figuras del GOP se postulen junto a un personaje mediático para lograr mantener el poder en todo el estamento político nacional.

Mucho dependerá de lo que pase con Donald Trump en noviembre. Si pierde, abrirá las puertas a detractores como el gobernador de Maryland, Larry Hogan, un conservador moderado que ha expresado su rechazo al manejo que hace Trump de la pandemia del coronavirus y que hace poco escribió un libro y lanzó una iniciativa que promueve soluciones bipartidistas con sentido común.

La exgobernadora de Carolina del Sur, Nimrata ‘Nikki’ Haley, es una figura en ascenso en el Partido Republicano, especialmente porque, tras dejar el cargo de embajadora en las Naciones Unidas, logró ‘sobrevivir’ a la Administración Trump con su reputación intacta. Desde su partida, Haley ha tratado de mantener un delicado equilibrio político, mostrando cierta independencia del presidente Trump aunque sin provocarlo directamente.

Pase lo que pase en noviembre, todos los potenciales candidatos presidenciales conservadores multiplicarán sus contactos, se presentarán a potenciales donantes, a los dirigentes conservadores locales y a diversos líderes en los Estados de la Unión que se inclinan hacia la derecha para alcanzar una proyección nacional que les favorezca.

DEBE SABERLO

Gane o pierda, el impacto de Donald Trump se sentirá en el Partido Republicano como un refrescante movimiento nacionalista y populista, movilizado por el resentimiento de los votantes blancos conservadores.